Parece que nadie quiere estar al frente de la Escribanía de gobierno. Después de la renuncia del poeta Víctor Fernández Esteban, la persona designada como su sucesora duró horas en el cargo.
La pregunta es por qué quema tanto la papa en la Escribanía de gobierno. La renuncia del vate Esteban se produjo casi un par de días después de la nota publicada por Cuarto Poder, sobre la total inoperancia del área para cumplir funciones básicas: la recolección de las declaraciones juradas de los funcionarios, para controlar, así posibles enriquecimientos ilícitos. El viernes, el Boletín oficial difundió la designación en ese cargo a Graciela María Galindez; pero hoy se conoció el Decreto Nº 679/14, a través del cual se deja sin efecto la designación. Se desconoce si han designado a alguien más. Pero la pregunta inicial es la importante: ¿Por qué nadie quiere estar ahí?