Lo llevaban a prestar declaración indagatoria en el juzgado de Orán. El tipo alegó estar descompuesto y pidió ir al baño, se libró del custodio a las piñas y se escapó por la ventana. Si esto no es Springfield, pega en el palo.
Martín Reales, el prófugo, estaba acusado por tentativa de hurto en un Hospital de la localidad de Pichanal. Luego de ser detenido por tal situación lo trasladaron al Juzgado oranense para que realizara la declaración ante el juez correspondiente.
Una vez en el lugar, Reales hizo el viejo truco de las películas, aquel en el que se engaña a los guardias aduciendo algún dolor o enfermedad. En este caso, al parecer, el detenido optó por una excusa un poco más escatológica: le agarró cagadera. Entonces pidió ir al baño para no manchar su honor frente al juez.
Lo que los custodios no sospechaban era que una vez en el baño y luego de evadir a uno de los oficiales (algunos señalan que lo redujo a las piñas) y escapó por la ventana. Pasaban los minutos y los que estaban fuera del baño comenzaron a sospechar que el tiempo que el detenido estaba en el baño era como más que suficiente para aliviar cualquier movimiento de vientre. Entraron al lugar y se dieron con la sorpresa: Reales se había tomado el palo.
Al parecer el escapista optó por salir a través de una pequeña ventana que da justo a la calle. En eso momento salieron todos a buscarlo, hasta se montó un operativo pero de nada sirvió el esfuerzo porque hasta ahora no dieron con el prófugo.