De los 396 millones que tendrá para gastar en el 2013, casi el 90 % será para salarios. Los aumentos fueron ajustados por el encarecimiento de los costos y raros criterios de distribución: $ 370.000 para libros y $300.000 para seguridad, o 2 millones para el rectorado y $100.000 para publicaciones. (F.P)
Recién en julio se aprobó el presupuesto 2013 de la UNSa. Sí,aunque suene raro y haya pasado más de la mitad del año, hace unas semanas salió la resolución del Consejo Superior 260/13 (expediente 23.196/13) que aprueba la incorporación de la suma de poco más de 396 millones de pesos para gastos de la Alta Casa de Estudios.
De la partida total, $379 millones serán aportados por el Estado nacional mientras que el resto proviene del dinero que sobró de las partidas del 2012. Además, calculan que ingresaran más de medio millón de pesos por aranceles o venta de servicios a terceros. La mayor tajada es el dinero utilizado para administración general de la universidad: $ 67.453.937.
Según señala la distribución de los fondos, las facultades de la sede capital tendrán, de forma igualitaria, para gastos de funcionamiento $ 1.200.000 para todo el año. Sin embargo, la asignación de dinero para planta de personal será distinta: Naturales tendrá $ 39.948.584, Ciencias Exactas $ 37.948.584, Ingeniería $ 37.199.989, Humanidades $ 32.767.116, Ciencias Económicas 31. 516.553 y Salud $ 25.687.294.
La sede Tartagal dispondrá de $ 600 mil para gastos de funcionamiento y $ 16.977.140 para pagar personal; Oran tendrá un poco menos $ 16.426.907 para sueldos y $ 600 mil para funcionar. Por su parte, Rosario de la Frontera y Metan tienen establecido una suma menor, apenas, $ 2.718.044 para planta de personal y $ 969.497 para otros gastos. El comedor universitario tiene asignado $3.350.000 y becas de bienestar universitario poco más de 7 millones. En tanto, becas deformación tiene poco más de $ 1 millón. Un monto para nada despreciable esel de rectorado: más de $ 2 millones a su favor. Lo que equivale 20 veces más que la editorial, que tiene apenas 100 mil pesos. Asimismo, para comprar libros la universidad tiene previsto gastar $ 370.000 casi igual que el costo de la seguridad que implicara $ 300 mil.
Para actividades sobre pueblos originarios la universidad destinará 68 mil pesos y para el laboratorio de TV solo 40 mil pesos. En el anexo III de la mencionada resolución bajo el título “Inversión en obras menores” se señala el recambio de pupitres en los anfiteatros A,B,C y D por un costo de casi $ 250 mil (expte 18.088/13) y la red eléctrica para los mismos con una erogación de $290 mil (expte.18.161/12).
Además, figura la re funcionalización del consejo directivo de Ciencias Económicaspor 200 mil pesos (expte 18.126/11) y la remodelación del 2 piso del edificio de rectorado con un monto de $585 mil (expte 18.111/12). También, se prevé construir 2 aulas en la sede de Rosario de la Frontera y la remodelación de un laboratorio de perforaciones en Tartagal, entre otras obras.
Años anteriores
Desde hace varios años atrás la mayor porción del presupuesto universitario se destina al pago de sueldos. En 2012 recibió poco más de $305 millones y en 2011 alrededor de $228 millones. En ambos años más del 80 % fue a parar a salarios tanto de docentes como personal no docente.
La holgura económica no es algo a destacar en UNSa. Una deuda fiscal que asciende los 100 millones sumado a un escaso presupuesto, empujan a la Alta Casa de Estudios a buscar financiamiento de otros lugares. Tal es así que notablemente crece el dinero que se recauda por servicios a terceros y es conocido que la universidad recibe financiamiento de la minera La Alumbrera desde que se aprobó su aceptación en el 2008, bajo la gestión de la ex rectora Stella Pérez de Bianchi. Es que de una u otra manera el dinero tiene que aparecer: domina la idea que sí la plata que manda el Estado no alcanza, sólo queda salir a conseguirla a través de empresas privadas.
Un escenario de incertidumbre se experimenta por los pasillos universitarios. A esta altura, el año pasado,las partidas disponibles ya eran un problema para las autoridades. Con incrementos de alrededor de un 22% para el 2013, todo indica que el panorama no cambiará. Es decir que no será nada tranquilo el transcurrir hacia el final del año: conflictos por cargos, la ejecución efectivamente de las obras y el dinero para actividades estudiantiles podrán en jaque, seguramente, a la gestión de Claros.