La edil del Frente Plural Candela Correa fue denunciada este miércoles por uno de sus colaboradores contratados como personal de apoyo político. La investigación está en manos de la fiscalía de Delitos Económicos Complejos. ¿Juicio político en puerta?
La concejal hot «Cande» Correa deberá hacer un parate en su agenda mediática para llegarse hasta la fiscalía de Delitos Económicos Complejos y responder algunas preguntas. Esta tarde fue presentada una gravísima denuncia en su contra por parte de quien fuera su colaborador, Néstor Núñez, que se desempeñó sin contrato bajo la órbita del Concejo Deliberante capitalino.
Según se dejó constancia, la edil del Frente Plural había entablado la relación laboral con el denunciante a través de su pareja, el conductor televisivo Frank Capasso, con quien mantenía una amistad desde 2020.
El relato de los perjudicados refiere que, en el mes de febrero, Correa propone a Capasso ingresar a trabajar en el concejo deliberante capitalino como su secretario. Entre las funciones que se le requerían estaba la de manejar su agenda de prensa y de trabajo en general; por lo que decide contratarlo como A.P. (personal de apoyo político). Capasso aceptó la propuesta ante la necesidad de contar con una fuente laboral y con el compromiso de la edil de conseguirle un cargo de mayor rango en el futuro.
Posteriormente, Correa le solicitó los datos personales y sin ningún contrato o formalidad laboral previa le depositaron la suma aproximada de 12 mil pesos en el mes de marzo. En el detalle de la remisión figuraba «CONSEJO DELIBERANTE» y bajo esa modalidad cobró hasta el mes de junio.
Nestor Javier Núñez, denunciante de Correa y pareja de Frank Capazzo, también comenzó a trabajar para la concejala sin contrato en el mes de marzo. Cuando percibe su primer sueldo, valuado en $55.941, la representante capitalina le exigió la transferencia de $5000 a una cuenta bancaria a su nombre y de los $50.941 restantes a la cuenta de un familiar suyo de nombre Octavio Alejo Martínez Carrizo.
Esta situación se mantuvo durante los meses subsiguientes, pero el dinero (incluido el aguinaldo) fueron a parar únicamente a la cuenta de Correa. Llegado el mes de julio y sin ninguna explicación previa, Núñez dejó de percibir sus haberes y sólo se le mantuvo la obra social del IPS.
Además de la retención de sus haberes, tanto Núñez como Capasso refirieron «desavenencias y malos tratos» por parte de «Cande». En el descargo también manifestaron temor por su integridad física, que se vean disminuidas sus oportunidades laborales, ser víctimas de escraches, difamaciones en redes sociales o de falsas denuncias, sobre todo (por su condición de mujer) «invocando violencia de género».
La denuncia fue acompañada por una serie de capturas en las que se deja constancia de los movimientos bancarios y que deberá evaluar la fiscalía de Delitos Económicos complejos. Según los denunciantes, el dinero que resultaba del retorno era utilizado por «Cande» para beneficio propio y la adquisición de bienes personales tales como: combustible, ropa, depiladoras, entre otros.
Cabe preguntarse si los hechos denunciados, sumados a otros en los que se vio involucrada la edil como el hecho de figurar entre los 25 «ñoquis» de la municipalidad de Rosario de Lerma, no son meritorios de un juicio político por parte de sus pares. Por lo pronto, cada vez son mas los que creen que la «banca de los de arriba» ya no es un privilegio con el que Correa puede contar.