Legisladores del Frente de Todos, de Juntos por el Cambio y personalidades como Amalia Granata al frente de la ofensiva antiderechos.
A días del inicio del tratamiento parlamentario del proyecto del PEN, grupos religiosos salieron a las calles en ciudades de todo el país. El sábado frente al Congreso Nacional se llevó a cabo una concentración de la iglesia católica y evangélica para expresar el rechazo a la aprobación del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo. La convocatoria estuvo a cargo de la Conferencia Episcopal Argentina y de la Unidad Provida, que integran unas 150 asociaciones civiles cristianas.
La Unidad ProVida está integrada por funcionaries de Juntos por el Cambio como Santiago Hardie, Vanesa Massetani del Frente de Todos, la conocida Amalia Granata, curas católicos y pastores evangélicos, entre otres.
Sus principales consignas “salvemos las dos vidas”, y “abortar es matar bebés” son slogans para atacar un pedido histórico de los movimientos feministas que exigen que el Estado se haga cargo de un tema de salud y deje de tratarse a las mujeres como ciudadanas de segunda categoría.