Gustavo Peñalva denunció a un cabo de la Policía de Salta por injurias. A casi 8 años la justicia salteña sigue dilatando el análisis de pericias genéticas con el que se podrían encontrar los ADNs de los femicidas. ( Andrea Sztychmasjter)
«Una justicia a la que le vale nada nuestros derechos» es lo que manifestaron desde la familia Peñalva luego de realizar un breve racconto de las últimas inacciones de la justicia salteña para encontrar la verdad sobre dos de los asesinatos más atroces de lo que Salta tenga memoria. Y es que a casi 8 años del hallazgo de los cuerpos de las dos jóvenes, la familia Peñalva tiene que afrontar no solo la impunidad femicida -pues están convencidos que a Luján y a Yanina las asesinaron y no fue un “pacto suicida”- y también que la misma policía «auxiliar de la justicia» contradiga el accionar de un padre que lo único que busca es saber por qué y quién mató a su hija.
Que investiguen al policía
Esta semana Gustavo Peñalva denunció penalmente al cabo de la policía de la provincia Adrián Antuña por los delitos de calumnias e injurias. Según la denuncia a la que accedió Cuarto Poder el funcionario policial Antuña en un informe a cargo del sub comisario Rodrigo Emanuel Bautista de la División Homicidios declaró que el padre de Luján pretendió direccionar la investigación del doble crimen de su hija Luján y de su amiga Yanina Nuesch ofreciéndole una bolsa con dinero.
Textualmente Antuña declaró en el informe: “Como será no. Pero es de no terminar, en su momento el padre de Luján, don Peñalva me ofreció plata para que diga que encontré una caja, eso era cuando personal de Investigaciones lo siguió al novio. Que yo solo tenía que decir que la caja la dejó el novio de Luján en inmediaciones de la terminal de ómnibus. Me llevó un bolsito con dinero. Y yo le dije noo, don Peñalva noo. La mentira no se puede sostener. Todo saldrá a la luz (…)”
La gravedad de lo declarado por Antuña se acrecienta porque fue justamente uno de los policías abocados a la búsqueda de las chicas cuando aún se encontraban desaparecidas, puesto que era el chofer de la camioneta del móvil policial. Además según Peñalva fue uno de los oficiales que le manifestó saber quién había sido la persona que había visto entrar a las jóvenes al campo arado donde fueron halladas. “Pero resulta que él (Antuña) nunca le tomó el nombre a esta persona que dijo era un anciano y jamás la Brigada de Investigaciones lo encontró. Para mí todo lo que dijo Antuña es una fábula”, señaló Peñalva y agregó que las intenciones del cabo son direccionar la investigación y hacerla retroceder: “Voy a pedir que la justicia sea dura con este policía porque sabemos que hay mucha gente involucrada y enviciada en la Policía y que está tratando de enturbiar la causa”.
Otro policía denunciado
El nombre del oficial Rodrigo Emanuel Bautista de la División Homicidios tampoco es nuevo. Aparece señalado como uno de los 11 policías denunciados por supuestos apremios ilegales y torturas infligidas a cuatro de los detenidos en 2011 por otro doble femicidio; el de las francesas Cassandre Bouvier y Houria Moumni.
Ana Fernández también describió que en el asesinato de su hija Cintia, el policía Bautista fue denunciado por “apretador”.
Vueltas de la Justicia salteña
En febrero de 2014 el juez de Instrucción en Transición de Segunda Nominación, Pablo Arancibia, ordenó el archivo de las actuaciones por la muerte de Yanina Nuesch y María Luján Peñalva “por no encuadrar el hecho denunciado en figura penal alguna”.
En la resolución se destacó que, los dictámenes científicos permitieron comprobar que tanto María Luján como Yanina llegaron al lugar caminando “no constatándose la presencia de tercero alguno”. Se descartó también la existencia de “agresiones físicas o ataques sexuales” en el período comprendido entre el 14 de julio al mediodía y el momento del deceso. El archivo fue confirmado el 7 de abril de 2014 por la Sala I del Tribunal de Impugnación.
Cuatros años después en febrero de 2018 la jueza Mónica Mukdsi, vocal de la Sala VI del Tribunal de Juicio con competencia en Transición, dispuso proseguir con la investigación en la causa por “muerte dudosa” luego que expertos de EE.UU analizaran el expediente y concluyeran que no se trataba de un suicidio. En septiembre de ese mismo año se realiza la reconstrucción del hecho, en donde quedó demostrado la imposibilidad que las dos jóvenes se hayan suicidado.
“Resulta ineludible, en este contexto, que el servicio de administración de justicia penal actualice su deber de investigación integral de los hechos y, de ese modo, esclarecer lo acontecido en relación a aspectos de la investigación que así lo ameriten y, por ende, intentar descartar o afirmar todas las hipótesis posibles de ocurrencia de los hechos”, sostuvo la jueza. Dispuso en ese sentido la producción de las nuevas diligencias investigativas solicitadas tendientes a incorporar elementos de prueba sobre el hecho, dispuso también dar intervención a la Unidad de Defensa Pública 6, aún cuando no haya imputada persona alguna “a los fines de garantizar el debido control de los actos procesales que se produzcan y en resguardo de la defensa en juicio”.
En julio del año pasado la familia Peñalva solicitó a la jueza Mudsky enviar las prendas de Luján y la soga a un laboratorio en Estados Unidos para que se realicen pericias genéticas con un sistema innovador y con el cual se podrían encontrar los ADNs de los asesinos.
Según lo informado por la familia, la dr. Mudsky pidió tramitar en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, si es que ese sistema se encuentra en alguna provincia de Argentina, para agotar recursos en el país. En febrero de este año el Ministerio de Justicia envió mail informando que no se encuentra en ningún lugar del país el sistema estadounidense. “Hemos aportado todos lo que nos ha pedido pero seguimos en el mismo lugar. No hay avances. ¿Cuánto tiempo más necesita la jueza para el envío de prendas a USA?, ¿cuál es la razón de la demora? Si hay posibilidades de que los ADNs de los asesinos sean encontrados allí, ¿no es una razón más que suficiente para dar vía a este pedido de manera urgente? Los asesinos de Luján y Yanina siguen sueltos hace 7 años y 10 meses. Justicia. Justicia. Justicia”, exigió la familia Peñalva.