La incipiente dirigente de “Salta Nos Une” tiene preparado el anuncio de su candidatura a intendenta para después de semana santa.
Por Lola Mento
Sus dirigentes le reconocen su eficiencia a la hora del trabajo, pero la lealtad es principalmente hacia el apellido Romero, ya que una de las falencias de la legisladora provincial, es su posición en modo “jefa”, que la distancia del liderazgo necesario para la conformación de su propia tropa.
La ambición de la sucesora, hizo que los dirigentes de ese espacio político se pongan las pilas organizando un acto de lanzamiento para el 4 de abril con inauguración de nuevo local partidario incluido, más pitos y cornetas, para lo cual estaban todos muy afanados.
Sin embargo, nadie contaba con la opinión del “Supremo”, quien pese a la distancia, se anotició de los movimientos electoralistas que diseñaban inconsultamente. Fue así como el teléfono de Sergio Camacho recibió una llamada desde el exterior, donde se daba la orden de abortar cualquier movimiento, hasta un regreso que se calcula para el 19 del mes próximo en el que dialogaría con los líderes de la alianza que supieron concebir. “Si Juan Carlos, procedo”- es lo que se escuchó decir al jefe de campaña, quien interrumpió decididamente la iniciativa.
Todo hubiese quedado en stand by, si no fuese porque Bettina fue por más, alardeando esto que manifiesta abiertamente: “Papá está acostumbrado a que yo no le haga caso”.
Es así como la oportunidad se le presentó al cruzarse en su vehículo con el mismísimo intendente Gustavo Sáenz a quien le tocó bocina. El intendente que es todo un caballero, inmediatamente bajó de su vehículo para saludar a la diputada, pero grande fue su sorpresa cuando Bettina lo anotició de que sus intenciones eran las de disputar la intendencia. Eso no fue todo, ya que ante la pregunta de Gustavo Sáenz de “¿Y si yo voy por la reelección?, rápida de reflejos le respondió: “Entonces yo voy por la diputación nacional”, hija e tigre como dicen. Cabe recordar que Bettina tiene dos elecciones en sus espaldas, precisamente una perdida, como candidata a diputada nacional en 2015, y la segunda, en la que ingresa como diputada provincial.
Es así como Bettina ya tiene definida su participación en la contienda electoral, mientras quien llora por los rincones es el concejal Ángel Causarano, quien ya se estaba midiendo el traje de intendente, más allá de su estéril desempeño como legislador municipal y su prolífica parentela acomodada en cargos municipales.
Mientras tanto la tropa, espera el regreso de Juan Carlos Romero de los Emiratos Árabes, y el del intendente Gustavo Sáenz de Europa -a donde viajó con sus asesores Álvaro Gallardo y Nicolás Demitrópulos- para recibir órdenes sobre los próximos pasos a seguir.