Sebastián Gomeza, el ministro que dejó la provincia con un déficit anual de $4.500 millones será uno de los encargados de ordenar la empresa pública Aguas del Norte que, en medio del corte del servicio a unos 50 mil usuarios, reconoció deudas por $170 millones. (Gonzalo Teruel)

Esta semana en medio de los reclamos por la disminución y hasta la interrupción del servicio de agua corriente en numerosos barrios de la capital provincial, el flamante presidente de Agua del Norte, Lucio Paz Posse, reconoció que “la situación es sumamente crítica”.

“Es en un momento sumamente crítico, porque hemos tenido afectación no solamente en el acueducto norte sino también en los acueductos centro y sur” explicó el funcionario y estimó, el jueves, que “más de 50 mil usuarios” sufrían cortes (parciales o totales) en el servicio de aguas. Además, obvio, aseguró que “se está trabajando día y noche con personal operativo para solucionar los problemas de los acueductos” y reconoció que hasta se pidió ayuda a distintos organismos de Gobierno y hasta al Ejército para “distribuir y abastecer agua a los distintos hospitales y otros lugares de atención al público”.

En declaraciones a la prensa, Paz Posse informó que entonces había 160 pozos que abastecen a distintas zonas de la capital provincial “que están funcionando correctamente” pero sugirió que son necesarias nuevas obras de infraestructura hídrica para garantizar un servicio de calidad a los distintos barrios. Por eso, admitió que “apelará al aumento de tarifas” para poder “poner las finanzas en orden y poder hacer frente a las obras que deben realizar”.

Según informó, la compañía estatal de aguas tiene una deuda del orden de los $170 millones con “proveedores y por obras que se realizaron y no fueron abonadas”. Esa cifra casi confirma una reciente estimación de un déficit operativo mensual de $17 millones y la revelación de Cuarto Poder, a comienzos del mes de marzo, cuando avisó que Aguas del Norte estaba “quebrada”. Entonces a partir del testimonio de Esteban Isasmendi, presidente de la empresa pública desde 2009 hasta su reemplazo hace semanas por Paz Posse, este semanario informó que “la institución se encuentra con déficit financiero y sin la posibilidad de afrontar las deudas que posee, entre ellas con la Municipalidad de Salta”.

Distintos voceros del gobierno provincial lo negaron y subestimaron el problema que ahora, con las altas temperaturas y el colapso del servicio, es evidente. Curioso, el encargado de terminar con ese desastre financiero y ejecutivo es Sebastián Gomeza, recientemente designado director de Aguas del Norte, quien semanas atrás abandonó el Ministerio de Economía dejando un déficit de $4.500 millones.