Cuarto Poder estuvo en Plaza de Mayo durante la marcha en contra del 2 x 1. Preguntamos a los manifestantes sobre Alfredo Olmedo quien se opuso a ponerle un freno al beneficio para los genocidas. He aquí las respuestas que nos llevan a preguntarnos qué hemos hecho para merecerlo. (Federico Anzardi)
La Plaza de Mayo se está llenando como pocas veces. A las cinco de la tarde de este miércoles, los subtes se encuentran colapsados. Hay demoras por la enorme cantidad de gente que se está movilizando hacia el centro de Buenos Aires para repudiar el fallo de la Corte Suprema de Justicia que benefició con el extinto 2 x 1 a represores condenados por crímenes de lesa humanidad. Esta mañana, el Senado sancionó por unanimidad la ley que pone un freno a esa jugada judicial que los genocidas empezaban a ver con cariño. Ayer, la Cámara de Diputados de la Nación había dado media sanción al proyecto. La votación había resultado 211 a 1. ¿Quién fue el único legislador que se opuso?
“¡Olmedo!”, gritan a coro Daniela, Carolina y Jimena, tres docentes jóvenes que vinieron a la plaza y sienten que “es muy fuerte que nos estemos encontrando”. “Que la plaza esté unificada me parece importantísimo, que estemos todos pidiendo lo mismo y que sirva para algo”, explica Daniela. Jimena dice que nuestro representante salteño “es un impresentable total”. Daniela considera que el voto de Olmedo en la Cámara fue “muy coherente”.
El martes 9, Alfredo Olmedo, en oposición a todos los diputados restantes, votó en contra de la ley que da un freno al 2 x 1 y consideró que en los setenta “hubo una guerra y los militares sólo fueron una parte”. Además, desde su banca, expresó que “la solución para que termine todo esto es que como los juzgaron a los militares, también tienen que juzgar a los terroristas. Ahí va a haber una igualdad”.
“Hoy justo estábamos hablando de esto”, dice Daniela, de 31 años, que señala a Olmedo como alguien que a la derecha sólo tiene la pared: “Olmedo me parece que ni siquiera es de derecha solamente. No tiene un pensamiento crítico de derecha, no es un neoliberal. Es un tipo que me parece que es otra cosa, es peor que eso”. Agrega que el voto del salteño le pareció “muy coherente”. “Me hubiera parecido extraño que no vote esto porque dejaría de confiar en los que sí votaron a favor de esta ley. Si Olmedo también hubiera votado a favor no entendía nada de lo que sí estaban votando. Me parece que tiene sentido”, explica.
“Sí, coherente con él mismo -acota Carolina, de 21 años-. A mí, en todo caso me preocuparía más la gente que lo apoya a él, no él mismo como diputado. La gente que elige una lista que él conforma y que representa a una parte de la sociedad. Un voto en la Cámara representa un montón de gente y me preocupa toda esa gente que lo elige a él, más allá de la decisión que toma como voto, que por supuesto es súper importante, pero esto es, como dice Daniela, súper consecuente. A mí lo que me preocupa es la reacción de la gente. Yo leí un post en Facebook que decía ‘¿En qué lista está, que lo quiero votar?’. Esa es la parte que realmente me genera angustia, miedo”. “Aparte es el portavoz de un montón de personas que evidentemente no tienen idea adónde recurrir pero están encontrando un lugar, quieren identificarse con todo esto que piensa”, completa su amiga.
Fernando tiene 35 años y es productor de televisión. También sabe quién es Alfredo Olmedo y piensa que es “un payaso, una caricatura”. “Es la caricatura bruta de la derecha. La derecha fina, de guante blanco, la derecha cool, sabe cómo despegarse. Olmedo es la representación de la derecha payasesca que va a bancar las cosas más aberrantes hasta último momento”, describe. A diferencia de las docentes, no está preocupado por el apoyo que Olmedo pueda tener, ya que considera que apenas hay “un sector muy rancio que piensa como él”. “Hay otro sector un poco menos rancio que también piensa como él pero que sabe que ya queda mal. Un sector que lo siga bancando hoy por hoy me parece que es minoritario. Si no, no hubieran salido los del gobierno y Massa a despegarse”, completa.
Adrián, 34 años, trabaja en medios digitales y asegura que en este clima de reflote “de los que reclaman memoria completa como excusa para minimizar las cuestiones gravísimas que estamos hoy acá repudiando”, hay un lugar pequeño para Olmedo. “Ese tipo, desde ese lado, creo que sí tiene el apoyo de una minoría bastante reaccionaria, pero no creo que sea significativo el apoyo que tiene”, dice.
Inés es una ex ama de casa que pudo jubilarse durante el kirchnerismo. Está indignada. Cree que el fallo de la Corte “es un desastre humano”. “Tendría que haber estado el país entero acá. No hay derecho a dejar tantos genocidas en libertad. Esto le tiene que demostrar algo al gobierno. Pero el gobierno es tan cínico que no lo entiende. No le importa el pueblo, no le importa nuestra opinión”, dice, y no puede parar de criticar a Cambiemos. Tiene sus razones: “Hablaban de la herencia recibida y yo quiero que me la devuelvan. Ellos me la robaron. Yo estaba bien con el otro gobierno. Hoy estoy mal, hoy estoy mal. Porque todo te aumenta y un jubilado como yo no puede vivir con la miseria de seis mil pesos y mantener los impuestos que te traen a tu casa. Los padres que no tienen para darle de comer a sus hijos de tantos (empleados) que echaron, tanta gente despedida. ¿Dónde? ¿A quién vino a gobernar? ¿Al campo, a los oligarcas, a toda la mafia grande de los bancarios? Tiene que usar un poco más el cerebro este señor, porque no le da la cabeza. Macri, es un señor, yo no le voy a faltar el respeto pero no tiene derecho a hacer el desastre que se está haciendo”.
¿Y a Olmedo? ¿Lo conocerá? “Seeee, cómo no lo voy a conocer”, dice Inés, que cree que el diputado salteño “le falta el respeto a las mujeres, basurea a todo el mundo”. “Ese señor tiene mucha falta de respeto. Él se piensa que acá estamos ‘los negros’. Acá está la gente, acá hay gente, somos todos iguales. Nadie le falta el respeto a nadie. Ellos de arriba nos están faltando el respeto a nosotros, y se están riendo”.
Jorge, técnico químico, está acá “para hacer presencia y apoyar a las Madres de Plaza de Mayo en la lucha de tantos años”. “Cuarenta años de lucha y este gobierno colonial viene a liberar a todos los genocidas”, dice. Cuando escucha que hubo un solo diputado que se opuso al freno al 2 x 1, no duda: “El de Salta, Olmedo. Es un tipo que tiene esclavizada gente que labura en su campo, ha conseguido prebendas del gobierno de Salta por el lado de las tierras. Le han dado tierras a un valor irrisorio y el tipo las está explotando con gente. Es una aberración ese hombre”. Y agrega: “Lo escuché hablar de su hijo. Es medio grosero lo que escuché: que no lo sentaría en su falda para que no se haga homosexual. Es una cosa perversa”.
José, de 62 años, es un carpintero que trata “de no tener sensaciones” sino de “analizar la realidad”. “Mi análisis es que en la memoria del pueblo está muy fresco lo que fue la dictadura. Está muy fresco quiénes fueron los responsables civiles de eso: hoy nos gobiernan. Hoy Macri es el representante, el mascarón de proa de los que en el 76 se enriquecieron a costa de la desaparición y la muerte de lo más ilustrado y de lo más preclaro en cuanto al destino de nuestro país. Hoy pagamos los platos rotos, las consecuencias de la desaparición de esa generación que hoy no está, que lo que pretendía era una patria liberada. Hoy nuestra patria está siendo regalada. Ya lo hizo cuando estuvo en Estados Unidos el gerente éste de las multinacionales llamado Macri, que fue y entregó como garantía los recursos naturales: Vaca Muerta, el petróleo, el gas, la minería. Esto es un pueblo que en el mismo momento en que supo que Macri era el que ganaba, sabía que era la vuelta de la dictadura. Y de hecho se está corroborando con una cosa tan aberrante como el 2 x 1, que no puede existir en delitos de lesa humanidad. Es algo inconcebible. Uno analiza eso y por donde lo busqués no tiene sentido. Creo que esto es reserva moral. Creo que hoy, si somos medio millón, hay diez millones que no pudieron venir o han estado en otros lugares haciéndolo, así que creo que esto es una señal muy clara a este pichón de dictador”, dice.
José dice que en esta marcha hay muchas más personas que en la del último 24 de marzo: “Es que esto es muy alevoso. Y ya no son personas que peinan canas. Acá vos ves que está lleno de una generación nueva que sabe qué fue eso. Y su destino está en juego en esto. Por eso creo que el pueblo argentino responde como responde”.
Por supuesto, un hombre tan informado conoce a Alfredo Olmedo. Y también tiene una opinión sobre nuestro representante: “Olmedo es el resabio de lo que es la dictadura, el resabio del conservadurismo más rancio. Representa esos sectores que en el 55 bombardearon sin piedad la plaza llena de gente. Son los que no les tembló el pulso a la hora de decir ‘hay que hacer desaparecer a esa gente’. A esos sectores representa. Él es la cabeza visible de muchos que están ocultos entre la oscuridad, porque solamente ahí pueden vivir. Está clarísimo. En el pueblo está muy claro quién es Olmedo”.