El pasado 7 de mayo, se cumplieron 20 años del corte de ruta en General Mosconi al que algunos llamaron un estallido social, aunque para uno de sus protagonistas, Cacho Javier, fue una pueblada. A este último pertenece el escrito que a continuación publicamos.

La mayoría creíamos que este método de lucha iba a servir para salir de la crisis que estaba atravesando la zona después de las privatizaciones de las empresas del estado: YPF, Ferrocarriles y otras firmas afectando de forma terrible la economía que hasta ese momento daba vida a más de 100.000 habitantes en el Departamento San Martín.

Y así, por primera vez, aparecían distintos actores que según los casos pretendían utilizar el conflicto para solucionar el problema con los bancos, transformar el descontento en votos para saciar apetencias personales, mientras otros buscaban direccionar el mismo descontento hacia el gobierno provincial.

Lo cierto, sin embargo, es que esos cortes sirvieron para decir basta a ese modelo liberal que dejo a la población sumida en el hambre, la miseria y la desocupación en los 90 con Menem primero, De la Rua después y Macri hoy.

No obstante ello, Tartagal, Mosconi, Aguaray, Salvador Mazza y al resto del departamento no pudieron solucionar hasta hoy la falta de trabajo, la crisis de infraestructura o los problemas de salud y educación y muy por el contrario, hoy la zona se ve profundamente afectada por la falta de respuestas en esos ordenes que figuraron como puntos en el acta elaborada en aquel fundacional corte de ruta.

La situación es por la falta de gestión de sus funcionarios provinciales que privilegian a los sectores que más tienen. Ni hablar de la solución definitiva al problema del agua potable que con el dique Itiyuro agotado priva del desarrollo económico de la zona que se ha vuelto poca atractiva para la radicación de empresas que generarían trabajo y a la vez se solucionaría definitivamente la provisión del vital líquido elemento.

Seguramente la historia va a recordar esa pueblada sobre la ruta 34 y seguramente la historia también recordará que no se lograron grandes cambios en lo económico y en lo social.

Lamentablemente, los referentes políticos no supieron aprovechar las grandes posibilidades que tenían para introducir los cambios anhelados para la zona, porque indudablemente no estaban ni están a la altura de los acontecimientos que pasaban y pasan en la Argentina. Estuvieron miopes y aún lo siguen estando y lo más triste es que son gobernantes provinciales que no aprovecharon  las bondades del modelo que era conducido por Cristina Kirchner.

Muchos más de 300 fuimos procesados y el recuerdo por siempre a Gómez, Justiniano, Anibal Verón, Santillán y Barrios que dieron sus vidas.