La crisis del servicio de agua potable, a cargo de COSAYSA, que se evidencia en los cortes del suministro y las manifestaciones, esconde causales más profundas que la falta de inversión crónica en su infraestructura. Luis María García Salado habría ocultado reiteradamente sobre los ingresos de la empresa que dirige. Las principales empresas constructoras: Incovi, Mega y Garín siguen siendo beneficiadas.
Luis María García Salado, el presidente de Aguas del Norte, explotó emocionalmente luego de que el Presidente del Ente Regulador de Servicios Públicos ventilara que había solicitado un incremento de tarifa por actualización de inflación del 60,60% y que le negará el aumento hasta que se analicen en profundidad las cuentas de la empresa.
Inició esta semana una gira por cada medio periodístico, aclarando que nunca había solicitado semejante porcentaje, y se permitió afirmar que sería un “suicida” si lo pidiera y que él analiza variables sociales y políticas antes de solicitar un incremento. Hasta ahora nadie sabía que este funcionario fuera más un gurú político que un gestor del dinero de un servicio público.
Acompañamos los facsímiles de la presentación que realizó García Salado el pasado 2 de diciembre y que no permiten albergar dudas: Efectivamente, pidió 60,60% de aumento. Está claro que desarrolla una estrategia de hostilidad para esconder no solamente las graves deficiencias del servicio sino una gestión lamentable.
En sus declaraciones acusó al ENRESP de estar “politizado”, a sus directores de aplicar sanciones sin base legal y prometer obras, y particularmente a Carlos “Uluncha” Saravia de sabotear a la empresa que él comanda desde diciembre de 2019. Lo cierto es que el incremento de tarifas se ha detenido por la poca claridad con que maneja el dinero y por decisiones que se gestan en el Grand Bourg.
MENTIRAS y GORDAS
García Salado ha gastado más suelas de zapatos en el Centro Cívico Grand Bourg que en el interior de la provincia, en donde se multiplican los piquetes que ya no lo acusan a él, sino al gobierno de Gustavo Sáenz, de negarles el acceso continuo al agua segura.
Solo en el mes de noviembre marcharon en Embarcación por malos olores del líquido; en General Mosconi donde existe una Junta del Agua que se queja de un pésimo servicio desde hace años; en Rivadavia Banda Norte donde ni siquiera tienen donde pagar las facturas; en la zona este capitalina donde los vecinos de los barrios Las Colinas, Canillitas y Floresta amenazaron con cortar la ruta porque no tienen agua ni les llegan los camiones alternativos; y en el barrio Norte Grande donde explotaron las cloacas. En diciembre los usuarios clausuraron el paso fronterizo de Salvador Mazza durante varios días porque no tienen agua y lo levantaron recién a principios de semana.
En ninguno de estos lugares puso su voluminoso cuerpo Luis Maria. Sin embargo, afirma sistemáticamente que le falta plata y que le niegan recursos desde el Gobierno Provincial. Prefiere atacar al Ente pero sabe que los retaceos tienen otro origen.
En 2020 García Salado previó gastos por $3.229.959.989 según el presupuesto que él mismo remitió al Ministerio de Economía y Servicios Públicos apenas inició su gestión. Pero durante todo el año insistió en que le faltaba dinero y que no podía hacer frente a todas los problemas que le surgían.
La postura mendicante se complementó con la negativa a brindar información sobre una empresa que tiene el 90% de acciones de la Provincia de Salta, con la excusa que se trata de una sociedad anónima. El abogado Gonzalo Guzmán Coraita interpuso un amparo informativo que progresó y por el cual se ordenó a García Salado que entregue la nómina salarial de sus empleados. Con diversos fundamentos, COSAYSA sigue sin exhibir sus números y despierta más sospechas.
LA PLATA APARECIDA
Las cobranzas de esta empresa se dividen en un 85% que ingresa por unificación con la boleta a Edesa S.A. y que este año totaliza un ingreso efectivo de 2.874 millones. A ellos se suman 444 millones de lo que depositaron los usuarios en cajas propias. Es decir que la empresa recaudó 3.318 millones en 2020, con un superávit de más de 88 millones cuyo destino se desconoce.
Estas son las sumas de dinero que administró este año, y a las que hay que sumar las reducciones de tarifas que el Ente Regulador ordenó hace algunos meses para Rosario de Lerma, Metán, General Mosconi, General Güemes y algunos barrios de la zona sudeste de la Capital por aproximadamente 67 millones de pesos. También deben sumarse los 155 millones que la Provincia no le ha transferido en concepto de subsidios para carenciados.
Quiere esto decir que de haber administrado bien y sin generar reducciones, y de haber recibido el total de lo previsto por subsidios, COSAYSA habría obtenido un superávit de 310 millones de pesos.
Nadie se explica cómo existe semejante devaluación del servicio cuando ha entrado a las arcas de la empresa todo lo que se previó que ingresaría, a lo que debe sumarse que el Gobernador consiguió 2.400 millones para obras de recambio de cañerías y por imperio de la emergencia sanitaria la provincia asumió el gasto de numerosas obras hídricas, especialmente en el norte y Rivadavia.
Esta es la radiografía de la mala gestión y se alimenta de otros excesos que hablan de que existen casi 40 gerentes con sueldos que oscilan entre 200.000 y 350.000, y directores que deberían trabajar ad honorem y que disimulan jugosos ingresos por vía de contratos. No son pocos los que hablan que García Salado cobra casi $500.000 en mano, al igual que Pedro Cruz y los otros directores.
Párrafo aparte merecen las contrataciones directas que con la excusa de la pandemia se reproducen sin solución de continuidad y con empresarios sospechosos. Algunas de ellas se dirigieron hacia Multiservicios Noa S.A., una empresa integrada por testaferros de los intereses del Vicepresidente de COSAYSA Pedro Cruz y en el que aparece uno de sus hijos Ariel Horacio Cruz junto a Jorge Ignacio Reyes Larrán.
Para 2021 el presupuesto provincial contempla un presupuesto para COSAYSA de $3.853.556.275, de los cuales solo los sueldos se llevarán $1.807.872.531 y se consideran $279.396.600 para bienes de consumo; 1.386.287.144 para servicios no personales; 380.000.000 para bienes de uso y 380.000.000 en construcciones. Exactamente se ha previsto el incremento por $623 millones que García Salado rogó en los pasillos en estos días en que se confeccionaba el proyecto que finalmente aprobó la legislatura provincial sin mayor análisis.
De seguir los excesos y las negligencias, el mal servicio persistirá y el gobierno de Gustavo Sáenz pagará caro las consecuencias de que el agua no llegue a las casas, o llegue turbia, o con olores. García Salado busca ahora que este dinero, que no tiene ninguna seguridad de que sea invertido eficientemente, sea financiado por todos los usuarios mediante un incremento tarifario.
LA PLATA QUE NO APARECE
A Aguas del Norte han ingresado numerosas intimaciones por faltas de rendiciones de un fondo de inversión operativa que debería ser destinado a obras y que pagan los 320.000 usuarios del servicio de agua potable. Son 430 millones de pesos que todavía no fueron rendidos, y se desconocen las obras que se habrían financiado con estos recursos.
Las falencias administrativas del “Gordo”muestran que los saldos de rendiciones tuvieron un salto exponencial durante su gestión. Mientras Lucio Paz Posse había dejado un pendiente de 88 millones en 2019, García Salado debe rendiciones por 338 millones en 2020. Por ahora la plata no apareció explicada, ni las obras para mejorar el servicio de agua tampoco.
Saravia, desde el ENRESP también informó que COSAYSA adeuda 35 millones por Tasa de Fiscalización –que pagan todos los usuarios- y 17 millones de pesos en multas que le impusieron por mal servicio y peor trato a los usuarios.
LOS SOCIOS
Cuentan en los pasillos del Grand Bourg que el socio de García Salado en este derrotero errático es Sergio Camacho, otrora ministro estrella y delegado romerista en el gobierno de Sáenz, que a cambio de asistir a Aguas del Norte con obras de infraestructura que financiará el ENHOSA, obtuvo la renegociación de varios contratos millonarios que involucraban a empresas como Incovi S.A., Mega S.A. o Garín S.A. en la construcción de plantas depuradoras o potabilizadoras distribuidas en el interior de la provincia.
Es el mismo ministro que en estos días estuvo operando fuertemente para que García Salado obtenga un auxilio extraordinario de dinero público de aproximadamente 600 millones, los que coinciden con el 20% de incremento de tarifa del agua que ya está expresado en el presupuesto que se aprobó esta semana.
García Salado preside el partido Propuesta Salteña que todavía tiene como líder al ex senador nacional Ricardo Gómez Diez, testaferro político del ex gobernador Juan Carlos Romero. Ambivalentes, sus autoridades se reparten en los dos sectores del espinel político: Mientras la diputada nacional Virginia Cornejo hace oposición en la provincia, García Salado usufructúa un cargo otorgado por Sáenz.
Curiosamente el diario de la familia Romero es la que le otorga amplios espacios de difusión al presidente de COSAYSA y que, en estos días, ha colocado como el encargado de prensa de Aguas del Norte al periodista de El Tribuno Darío Pérez. Su antecesora es ahora la Secretaria de Prensa de Bettina Romero. COSAYSA y El Tribuno duermen bajo el mismo techo.
LA CAPA CAÍDA
En el interior de la sede de Aguas del Norte ya es un comentario a voces de que ésta es la peor gestión que hayan conocido desde la creación de la empresa. Intimaciones de usuarios, amparos, protestas extendidas en el interior y cuestionamientos públicos ya permiten concluir que García Salado poco sabe de administrar y el equipo que lo rodea no es de los mejores.
El gerente financiero o cajero de COSAYSA sigue siendo Sebastián Gomeza, el mismo que investiga la justicia federal por desviación de una contratación en un pozo de Barrio San Remo y eventual estafa a la empresa que le paga el sueldo. Esto en connivencia con el esporádico habitante carcelario Matías Huergo Cornejo.
El vicepresidente es Pedro Cruz, que obtuvo un 70% de incremento salarial para sus afiliados de SUTOSS en el último año y medio, y tiene conchabados a sus hijos, los que también hacen negocios con plata de la empresa.
Cuando este medio hizo detonar la noticia de que Multiservicios Noa S.A. contrataba con COSAYSA y que estaba comprometida la figura de Pedro Cruz, García Salado declaró que iniciaría investigaciones que nunca realizó.
Mientras el “Gordo” experimenta su última rabieta simulada para obtener más recursos que pueden especularse que se dilapidarán, en la penumbra Pedro Cruz y Sebastián Gomeza se refriegan las manos. En definitiva, ellos saben que son los que manejaran el dinero. A veces los presidentes no mandan, como ocurre con García Salado, o lo que es peor, a veces la pasividad es complicidad.