Lo manifestó la diputada Cecilia Moreau, del Frente de Todos quien preside el plenario de comisiones que inició ayer en la Cámara de Diputados.
“Yo me hice un aborto a los 16 años. Me lo hice en un lugar seguro. Lo pude hablar con mi mamá. Lo hice convencida de que era una nena que tenía ganas de estudiar, que tenía ganas de militar, que no estaba en condiciones físicas ni psíquicas para ser madre. Me falló el método anticonceptivo, cosa que le puede pasar a cualquiera, tenga la posición que tenga. Yo sabía cómo cuidarme. Después cuando decidí maternar, lo más lindo que tengo es Francisca. Pero a mí no me pesó nunca el aborto que me realicé porque fue una decisión que pude tomar libremente, porque mi vieja me dio la oportunidad de hacerlo. Y me lo hice en un departamento con un médico, un anestesista: en aquel momento no había pastilla. Y no me arrepiento. Sí llevo adentro mío siempre el peso de la vergüenza, de la clandestinidad, de que la preocupación del médico era que no se me viera mareada –era en un consultorio de Barrio Norte, un sábado a la mañana–, que el portero no se diese cuenta de que salía medio anestesiada. Y esa cosa oscura del consultorio con las persianas bajas no me la voy a sacar jamás de la cabeza”, fue el relato de la diputada Cecilia Moreau, del Frente de Todos, en una entrevista este domingo en el programa Punto Género por Diputados TV conducido por la periodista Mariana Carbajal.
Moreau encabeza desde este martes, como presidenta de la comisión de Legislación General, el debate en la plenaria de comisiones sobre la despenalización y legalización del aborto.