Los aspirantes y cadetes de la principal fuerza de seguridad gaucha no son de los que más contentos están en este tramo inicial del año. Muchos de ellos, a quienes les cargaron responsabilidades como si fuesen ya ingresados, aún no cobran sus haberes y tampoco cuentan con el nombramiento respectivo.
“Es verdad”, ratificó este martes a “Cuarto Poder” uno de los muchachos, quien pidió reserva de identidad, aunque igualmente detalló que los uniformados concluyeron el período de instrucción a fin de año y esperan por la norma que los formalice como personal policial. Según dicho testimonio, desde finales de 2019 comenzaron a trabajar codo a codo con los suboficiales en actividad, pese a no contar con idénticos beneficios.
Otra/o de las/os preparados para ingresar a esta institución especificó que, hasta ahora, no hay noticia en el firmamento respecto a “pago de becas, ni nada” que se le asemeje. Lo cual, incluso, dejó sin asignación familiar a las aspirantes que ya son madres y que por el sólo hecho de figurar como personal en actividad desde enero hasta hoy se vieron privadas de dicho beneficio. Es decir, ni asignación ni sueldo.
En este panorama, muchos de las/os cadetes y aspirantes temen ser desahuciados de los lugares de vivienda en los que están rentando, en tanto otras/os ven una situación parecida por el lado del almacén de la esquina. Para mayor dificultad, muchos de estos jóvenes se encuentran sometidos a horarios estrictos, lo que los imposibilita al buscar otras fuentes de ingresos alternativa. Y ni hablar de obra social o algún beneficio de emergencia que les haga la vida actual más llevadera.