En función de la evolución de los casos de COVID-19 en nuestra provincia, la actividad para algunos rubros volvería el lunes próximo. Para ello haría falta la reglamentación de esta movida por parte del Ejecutivo provincial. En tanto, los temas estructurales que se posicionaron con la pandemia requerirán de un exhaustivo debate en el plano local, nacional y global.  

                                                                                         Por: Federico Pérez

La posibilidad que determinados sectores retomen su actividad, de manera gradual y las precauciones necesarias, es una cuestión sujeta al examen que este fin de semana ocupa al gabinete provincial. Salta es uno de los distritos en los que, fuera de los 3 casos detectados en lo que va la pandemia, no hubo contagio de COVID-19 por circulación comunitaria ¿Habrá zona de libre circulación Jujuy-Salta-Formosa?

Como sea, este panorama rankea por el lado de la liberación paulatina por región o distrito en que no hubo circulación del virus, anticipó este viernes Balcarce 50.  Es probable que la vida citadina en nuestra capital vaya retomando algún viso de normalidad, con el incremento en la frecuencia del servicio de transporte metropolitano, la de las sucursales de telefonía móvil, las que se adicionarán a las franjas que ya venían con excepciones (supermercados, almacenes y parcialmente de servicios financieros). 

Mientras, para el mundo que podría venir luego de esta pandemia habrá que ojear en dos cosmovisiones que colorean como las más plausibles de emerger. Una es una especie de integrismo financiero al estilo de los Paul Singer o Sheldon Addelson, o bien Héctor Magnetto/Marcos Peña/Espert/Milei. Síntesis del pague-como-pueda-hasta-el-último-centavo. La otra es una hipótesis que pondera el cuidado de la vida y pareciera un nuevo brote de hipismo en días millenials. Pero no lo es.  

Sucede que, según esta última forma de mirar al mundo que viene, al sistema de salud le será tan perniciosa la atención de miles de enfermos por coronavirus que no hay, sino, esperar un crack por esa senda. Por ello, mejor prevenir y atenuar el arribo de este mal. En esta línea, encontramos al presidente argentino Alberto Fernández, al Papa Francisco, a Kristalina Georgieva (FMI), a gobernadores no oficialistas y paraoficialistas –donde incluimos al mandatario salteño, Gustavo Sáenz- y hasta al titular de Swiss Medical, Claudio Belocopitt. 

“La cuarentena es el único instrumento posible, demostrado no sólo en la Argentina, sino en el mundo, que tiene resultado. Acá no hay magia. La curva está verdaderamente plana y el índice de crecimiento es bajo exclusivamente porque tenemos la cuarentena”, le dijo este jueves el empresario de la más poderosa prepaga del país -también accionista del Grupo de Medios América- al conductor Luis Novaresio. 

La segunda cosmovisión

En este contexto, la manera de mirar el escenario que alumbrará cuando se haya disipado el efecto hoy vigente también incluye una reestructuración de la deuda con entidades internacionales y titulares de bonos. La titular del Fondo Monetario, Kristalina Georgieva ratificó este fin de semana su cuestionamiento a quienes postulan que “hay que elegir entre salvar vidas o salvar los trabajos, esto es un dilema falso”. 

“Necesitamos ambas cosas”, reiteró la economista búlgara. 15 días atrás, la directora del FMI había señalado que el nexo entre la Organización Mundial de la Salud y el organismo financiero está basado en que  “la OMS ayuda a proteger la salud de la gente y el FMI ayuda proteger la salud de la economía. Trabajamos juntos”, recordó.   

En relación a la oferta que extendió el Ejecutivo nacional a bonistas del exterior, el monto por reestructurar equivaldría, según empardaron colegas como Mauro Federico, a la compra de: 

– 386.663 respiradores industria nacional
– 1,7 veces el gasto mensual en el total de Jubilaciones y Pensiones
– 93,4 millones de AUH (16,7 veces el gasto mensual en AUH).
– 57,9 millones de Tarjetas Alimentar (hoy están operativas 1,1 millones). 

– 219,8 millones de IFE (28 veces lo otorgado a los actuales beneficiarios).
– 205,9 veces el presupuesto de las Becas Progresar

El jueves pasado, unos minutos antes del anuncio, Alberto Fernández sugirió algo de música en lo de Claudio Villaruel. En esta audición radial, denominada “Detrás de lo que vemos”, que va al mediodía por la AM 750, le envió un mensaje al conductor y le pidió la canción “Over the Rainbow”, de Melody Gardot, en su versión chelo. Después, el mandatario pidió “Oh, Susana”, en versión de James Taylor. 

A lo que la figura radial a cargo del ciclo lo aleccionó: “¡Métanle!, porque está todo un país, y no escuchen hablar a la gilada. Me confirma que está por empezar una reunión, con Martín Guzmán; después contanos qué pasa”. Y cerró expresando su esperanza en poder “reestructurar la deuda para salir bien de la pandemia”. 

El reseteo local  

Un recreo similar fue el que a mitad de semana se tomó el mandatario provincial, Gustavo Sáenz, a través de Facebook live. El titular del Ejecutivo gaucho estuvo de cumpleaños el martes último, por lo que no pudo sustraerse de tal acontecimiento, como de la inamovilidad en las cifras que indican con certeza que el coronavirus tuvo un efecto minúsculo entre los salteños. 

Como ya lo apuntamos en párrafos anteriores, Sáenz fue uno de los que expresó públicamente su adhesión al plan presentado este jueves en Casa Rosada. En tanto, a nivel local los asuntos domésticos (aunque no tanto) pusieron en medio de la discusión política el rol del Banco Macro como Agente Financiero de la Provincia de Salta.  

Los planteos en este sentido fueron insinuados, voceados y extendidos por diversas figuras de la dirigencia política local. Desde la Cámara baja provincial, adelantaron que trabajan sobre la cuestión los diputados Carlos Zapata, Héctor Chibán y Pedro Sández, quienes mantienen diferencias en cuanto a los matices. Pero en la cuestión central, es decir, el planteo sobre la ineficiencia del servicio que actualmente ofrece esta entidad hay un consenso generalizado. 

A esta ebullición, el Vicegobernador Antonio Marocco le sumó también su planteo. En él, advirtió que si el principal banco de nuestra provincia sigue en manos privadas y actuando de manera displicente, en relación al sector productivo, todo proyecto político para sortear la situación actual irá derechito al fracaso. El titular del Senado remarcó, en una columna publicada en el diario El Tribuno, la vuelta en la hoja del almanaque que dejó atrás a la década del 90 y aquellos efluvios que le dejaron a la entidad comandada por Jorge Brito su actual función en cuanto a la administración de las 93.000 cuentas sueldo de los agentes del Estado provincial.  

El banquero, con domicilio legal en el paraje anteño Laguna Blanca, fue objeto en esta semana de un exhorto lanzado por el consultor político Raúl Aragón. El analista mandó por su cuenta en Twitter: “Jorge Horacio Brito tenés u$s 690 millones, poné 1% para la pandemia”. La contraparte en aquella maniobra noventista que implicó la tumba del Banco Provincia, el senador nacional Juan Carlos Romero, también fue objeto de esta peticiones. 

El ex mandatario salteño, quien estuvo al mando entre 1995 y 2007, recibió una valuación de su fortuna personal en u$s 197 millones. De tal manera, y de aprobarse el mentado impuesto extraordinario a las fortunas personales más abultadas, serían los dos personajes locales que tributen por su condición de millonarios. Casi 900 millones de dólares entre los decisivos protagonistas de aquella operación del año 1997 que, en gran parte, alumbró lo que hoy es el Grupo Macro. 

Ya no estamos en la década de los noventa, cuando una de las elecciones posibles fue dejar en manos del capital privado el manejo de algunas competencias propias del Estado, entre ellas la función de agente financiero.