La etapa administrada en la que ingresó la cuarentena por pandemia, con sus particularidades a estrenar la semana que viene en Salta, requerirá de tareas de reeducación en los hábitos cotidianos de los vecinos. Desde este fin de semana, comenzó la evaluación en diferentes ámbitos gubernamentales de la fase de salida de la pandemia, la que incluye costos y beneficios a sopesar. 

De acuerdo a los especialistas, las etapas de una situación atípica como la que atraviesa nuestra provincia, el país y la humanidad, contempla: prevención, mitigación y salida. La discusión en los últimos días, con aportes del sector industrial local, se dio alrededor de este último tramo del proceso epidemiológico. 

El biólogo molecular Ernesto Resnik, argentino radicado en Minneapolis (EEUU), indicó en estos días que en función de una exigencia de los actores económicos se izó la propuestas de salir de la cuarentena. Aunque “para esto es clave tener control sobre los infectados residuales y la posibilidad de un nuevo brote general. En esta fase, testear es indispensable”. 

Resnik concluyó que varía en cada estadío de la pandemia el requerimiento para la realización de pruebas en laboratorio para saber la cantidad de infectados. En la actualidad “la mayoría de los países viven fundamentalmente en mitigación, entre aislamientos y cuarentenas y los resultados de esas políticas de contención de la pandemia son mayormente independiente de cuántos tests se realizan. Testear más o menos no cambia el momento de la pandemia”, planteó en la última edición de la revista Cenital.

El investigador especificó que científico que el requerimiento de concretar más pruebas con reactivos puede surgir y hasta resultar atendible, sin embargo ello no tendrá incidencia al disponer la modalidad de la cuarentena. “Lo más importante en el medio de la pandemia no es saber la cantidad de infectados sino cuántos enfermos necesitan hospitalización y cuántos mueren, y ese número se conoce sin necesidad de tests en la población general”, razonó Resnik. 

Frente a un momento de restricción a la circulación, contrastó que los que contraen la enfermedad optan por recurrir a la atención en hospitales o permanecer en su hogar. “Si van al hospital y la médica a cargo sospecha COVID-19, en algunos lados se lo testea, y en otros, si no requiere hospitalización, se vuelve a casa a la cuarentena. ¿Cambió algo sobre si fue testeado o no? ¿Cambia algo saber que hay 100 nuevos casos cuando se testeó a 200 o se testeó a 20.000? No. Porque las políticas de tests es tan distinta en distintos lugares, esa estadística no sirve para comparar entre países o siquiera, como en Estados Unidos, entre regiones”.