Está fresco todavía el operativo que Gendarmería realizó el fin de semana pasado en Corrientes, en el que se incautaron 189 toneladas de soja y 6 camiones con acoplados que intentaban sacarla al exterior por los pasos fronterizos de Misiones, donde la vulnerabilidad de los pasos -legales o ilegales- es 10 veces mayor en Salta. Esto, a lo mejor explicaría el entusiasmo puesto en salir a las calles por parte de dirigentes políticos, empresarios del agro y familiares; por Vicentín y lo que representa en materia de comercio exterior, un asunto que se debatirá este martes en la U.N.Sa.
Cabe aclarar que algo que puede motorizar el entusiasmo de cualquiera son los resultados del contrabando de productos agrícolas, lo que en las fronteras del norte les representa embolsar poco más de u$s 3,5 millones, sin pagar impuestos, por unas 20.000 toneladas anuales de soja.
En este contexto, la Universidad Nacional de Salta, organizó para este martes por la tarde una charla en la que disertarán dos educadores, como el contador Jorge Paganetti (docente de la cátedra Derecho Concursal en la facultad de Ciencias Económicas de esta casa de estudios superiores) y Marcelo Domínguez (cátedra Derecho Constitucional), junto al diputado nacional Miguel Nanni. Este trío, vía Zoom, se ocupará desde las 4 de la tarde de las ponencias que abordarán el caso Vicentín, desde puntos de vista académico, constitucional y legislativo. Miguel Nina, decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Jurídicas y Sociales de la UNSA y Bruno Cortés, titular del Centro de Estudiantes de esta facultad, serán los anfitriones por el claustro académico y de alumnos, respectivamente.
Como adicional, este mismo fin de semana se conocieron datos de una medición de la consultora Aresco que, entre otros temas, develó que la pérdida en la centralidad de Alberto Fernández se dio en un contexto en que hubo cierto “desacuerdo con la intervención”, o que “si el Estado interviniera, la administración no sería mejor que la actual”, o bien que “el caso debería seguir en manos de la justicia, no en el Gobierno nacional”, y quienes no vislumbran con claridad “cuál es la alternativa más adecuada para la empresa Vicentín”.
La conclusión preliminar dice que, por un lado, existe “cansancio frente a la cuarentena, aunque con resignación por la necesidad que continúe”. El 50 % admitió que su ánimo es más proclive a lo negativo que a los sentimientos positivos. Un 48 % de los entrevistados manifestó estar cansado del aislamiento. Un 43 % no le tiene miedo a la COVID-19. El 64 % expresó que si sobreviene un nuevo brote de coronavirus deberán restringirse actividades que se fueron liberando en las últimas semanas. En materia de economía general, un 64 % concluyó que la situación del país es negativa. Los equipos de la consultora también apuntaron que “desde el inicio de la cuarentena y hasta la medición pasada, la gente consideró que el Gobierno de Alberto Fernández debía priorizar la COVID-19 por sobre la economía, sin embargo, hoy la cuestión prioritaria está equilibrada con la economía”. También se verificó que el 37 % en la actualidad no trabaja: por haber perdido el empleo en los últimos meses o bien porque no puede hacerlo desde su hogar. En contraste, un 37 % de los encuestados en los sectores de ingresos altos o medio altos pudieron trabajar desde sus casas en toda la cuarentena, dado que se lo permiten sus labores diarias. Un 52 % de los consultados prevé atravesar la cuarentena con ingresos peor o iguales de mal que antes; un 64 % se declaró afectado en su economía personal en este período; y sólo el 10 % de quienes salieron damnificados de este lapso estimaron que su situación económica familiar o personal podría mejorar en el corto plazo.