El eterno secretario de la CGT Salta reapareció para anunciar que apoyará al frente «Avancemos» que integran: Fiore, Zapata, Olmedo y Martín Grande. Pero eso si, dejó en claro que el enemigo es «la derecha«.

 

Como cada año electoral, la resurrección de figuras inertes y fantasmales es sólo cuestión de tiempo. La aparición de entre las sombras de Jorge «Ver-guita» Guaymás responde a esa regla general. El camionero atornillado al sillón de la CGT Salta -a instancias de su padrino político Juan Romero- adelantó que apoyará al rejunte opositor denominado «Avancemos» en las elecciones de mayo. También manifestó sus intenciones de hacer entrar al frente al abogado ¿progresista? Guillermo Martinelli.

«Estoy trabajando con Estrada, creo que el proyecto es muy importante y vamos a acompañar todo lo que venga a estar cerca de la gente», aseveró al tiempo de advertir que no le interesa saber «quién es más peronista o radical, quién tiene el peronómetro más grande. La gente está cansada, quiere saber el proyecto, la proposición más cercana», señaló en declaraciones a FM Aries.

Consultado sobre su apreciación de Carlos Zapata y Felipe Biella, dijo que es algo en lo que estuvo pensando y agregó: «No creamos que somos más peronistas los que cantamos más la marcha peronista o tenemos el cuadro de Perón y Evita más grandes».

Sus declaraciones, no obstante, no parecen coincidir mucho con las opiniones vertidas horas más tarde en FM Profesional, donde sostuvo que el enemigo real es «la derecha». Alguien deberá explicarle al eterno candidato que Alfredo Olmedo y Carlos Zapata no son precisamente delegados de la JP.

A excepción de alguna declaración mediática en ocasión de un paro nacional digitado por la CGT moyanista, nadie puede precisar a ciencia cierta a qué se dedica, ni donde se lo encuentra en años no electorales. Como sea, a esta altura resulta complejo establecer si el ingreso del gremialista a la estructura de «Avancemos» significa el desembarco de una rama del movimiento nac&pop, ya que la pertenencia ideológica del camionero fue y es un completo misterio. Aunque los peronistas -como se reivindica- suelen tener facilidad para justificar ese tipo de barquinazos, lo cierto es que, de todos los colores del arco político, el único al que siempre le fue leal es al “verde guita”.

Estos son mis principios…

El nombre de su partido parece un irónico listado de sus carencias: Cultura, Educación y Trabajo. El sello estuvo a disposición de cuanto armado le diera lugar en sus listas, de allí que el sempiterno gremialista haya sabido ajustar su discurso y aclimatarse a las condiciones que el escenario político le fue imponiendo.

Como bien se sabe, la elasticidad ideológica lo llevó alguna vez a compartir bloque en la cámara de diputados provincial con quien fuera en 2021 su contrincante: El olmedista Carlos Zapata. Ambos integraron el frente Salta Nos Une junto a dirigentes como Guillermo Martinelli, Mario Ábalos, Betty Gil y Luis Cisneros.

Más atrás en el tiempo, el gremialista y el contador supieron compartir boleta cuando existía algo denominado Una Nueva Alternativa, que encarnaba el actual ministro de Economía Sergio Massa. En el papel también figuraban los nombres de Alfredo Olmedo, José Ibarra y Romina Arroyo. Los vaivenes de la vida llevaron a que el presente los encuentre nuevamente compartiendo espacios, aunque no necesariamente principios.

Un huevo en cada canasta

El camaleonismo extremo que caracterizó la carrera política de Guaymás no se circunscribe a sus últimos años de vida. En 2007 trabajó por fuera del Partido Justicialista apoyando la candidatura a la intendencia de la, por entonces, diputada provincial Nora “Mona” Giménez. Ese mismo año, el 12 de diciembre, Guaymás la reemplazaría en la legislatura luego de que Juan Urtubey la convocara para integrar su gabinete.

En la elección de cargos ejecutivos de 2011 el sindicalista acompañó a Walter Wayar en una fórmula para la gobernación que obtuvo apenas el 8% de los votos, arañando el tercer lugar.

Para 2015 la central gremial se anticipaba al post-kirchnerismo y coqueteaba con Mauricio Macri, aunque hacia afuera elevaba gestos menos nítidos. A nivel local, los representantes de la CGT sellaron una alianza con el massismo que derivó en la boleta violácea que también incluía al olmedismo.

En las vísperas de las legislativas 2017, el por entonces intendente Gustavo Sáenz conformó Cambiemos por Salta, un rejunte en el que entraron: PAIS, el PRO, Salta Nos Une, el Partido Conservador Popular, Primero Salta, FE, el PPS y el CET de Guaymás.

En el acto de lanzamiento realizado en el Hotel Alejandro I, el gremialista no tuvo problemas en fotografiarse junto a figuras como: Guillermo Durand Cornejo, Ricardo Villada, Martín De los Ríos, Andrés Suriani y Juan Esteban Romero. Meses después, se refugiaría nuevamente en el olmedismo impulsando la candidatura a diputado nacional de Carlos Zapata.

Dos años le tomaría pegar el volantazo para desembarcar en el kirchnerismo de la mano de Sergio “el oso” Leavy y formar su lista “Con todos sinceramente”. Allí, logró imponer en la negociación el ingreso de la referente del PTP Verónica Lía Caliva en la lista de diputados nacionales.

Con la misma lógica intentó en 2021 incluir en la lista de diputados nacionales del Frente de Todos a la arquitecta Kitty Blanco, aunque esta vez las negociaciones fueron infructuosas. Fuentes cercanas al frente confiaron a este medio que el camionero solicitó una ridícula cifra en dólares para subordinarse a la candidatura de Estrada, con quien había perdido la interna. Desde entonces, los muchachos de la filiar de calle Caseros lo apodan Jorge «ver-guita» Guaymás.