El gobierno electo diseñará un nuevo protocolo de atención en violencia de género con el objetivo de “responder de otra manera” cuando una mujer efectúa una denuncia de este tipo.
Así lo aseguró la vicepresidenta electa, Beatriz Argimón, luego de reunirse para dialogar sobre el tema con el designado ministro del Interior, Jorge Larrañaga.

Es que la decisión de realizar la denuncia “implica un proceso personal muy importante para la víctima”, remarcó Argimón. “La respuesta debe ser inmediata y con mucha contención”.

Larrañaga por su parte anunció que será elevada al rango de dirección en el Ministerio del Interior la división que actualmente se ocupa de los casos de violencia de género.

Un femicidio anunciado

El futuro jerarca reiteró que la ley de urgencia incluirá la tipificación de un delito penal específico para los casos en que los agresores destruyan las tobilleras y otros dispositivos electrónicos de control que les fueron colocados por orden de la Justicia.

“No es aceptable este tipo de violación a un mandato judicial”, remarcó Larrañaga.

Al respecto, la innovación principal estará dada en que, en los casos que deba asignarse una custodia policial ante la falta de tobilleras, irá al agresor, no a la víctima como se hace hasta hoy.

“No se puede revictimizar a la mujer”, indicó Larrañaga.

“Un violento no se detiene con una frontera simbólica, invisible e intangible”