El gobierno empezó a reciclar a los Ministros y Secretarios salientes. María Pace sólo estuvo unas horas sin trabajo: le inventaron un cargo a medida en Buenos Aires. Breve historia del reciclaje en una gestión incapaz de dejar de lado lo que no funciona. (DOM)
La patología conocida como síndrome de Diógenes hace referencia a personas que simplemente no pueden tirar nada y de esa forma acumulan basura en sus hogares, amontonándola hasta que simplemente sus casas se convierten en enormes depósitos de desperdicios en los que ya no pueden seguir viviendo: sólo van para seguir agregando restos.
El gobierno de Salta padece este síndrome: simplemente es incapaz de deshacerse de los funcionarios que ya no necesita y, con tal de no dejarlos ir, les inventa cargos, algunos absolutamente inverosímiles pero muy bien remunerados.
La última funcionaria reciclada fue la recién salida del Ministerio de Derechos Humanos, María Silvia Pace. Después de estar desocupada por dos días, el gobierno le inventó un cargo a medida. Por este motivo, desde la Secretaría General de la Gobernación, optaron por crear la Coordinación de Relaciones Internacionales e Institucionales de la Delegación Casa de Salta en Capital Federal y allí, en ese reino tan flamante como ficticio, reinará ella, la doctora Pace.
¿Con qué argumentos se creó esto? Pues el decreto publicado ayer sólo dice que existe “la necesidad de contar con un área jerárquica responsable en lo referente a relaciones internacionales e institucionales en el ámbito de la Delegación Casa de Salta en Capital Federal; y Que la Dra. María Silvia Pace es el profesional idóneo para cumplir con las funciones inherentes al área citada precedentemente”.
Esto es sólo el comienzo. La primera gota de una nueva lluvia de ñoquis que se avecina: ninguno de los ministros ni secretarios que dejaron sus cargos días atrás se quedará sin curro.
Ñoquiland
El que inauguró la fábrica de reciclaje fue el primer Ministro de Turismo que tuvo la gestión Urtubey: Horacio Cornejo, quien se mantuvo y realmente fue “duro de rajar”. Logró tener durante un año a la deriva todo el turismo y en el transcurso además protagonizó irregularidades manifiestas, como haberle otorgado a su esposa la concesión de un emprendimiento en el que se alambraba el río en San Lorenzo. A pesar de ello se las ingenió para aguantar un año en su puesto, hasta que asumió Federico Posadas.
Cornejo no estuvo ni un par de horas desocupado: fue designado Coordinador ejecutivo del Instituto de Promoción Turística (INPROTUR). El Instituto de Promoción Turística no existía antes de que Cornejo dejara el cargo.
También Federico Posadas, tras dejar el mismo Ministerio, estuvo como un par de días sin trabajo y luego le inventaron ese extraño curro cuyo nombre trae sospechas: “organizador de eventos”.
Posadas, entonces, trató de organizar el Dakar y también fue el responsable de los recitales de rock que se dieron a metros del Hospital de Niños: algunos recordarán estos eventos porque se tiraron fuegos artificiales a altas horas de la noche, generando molestias a las criaturas internadas. Antes, también había tenido este laburito: “Director de la Agencia de Promoción de la provincia de Salta”, con un sueldo que rondaba los 10 mil pesos.
Un curro similar tuvo Panchi Palópoli, que supo estar al mando de la Secretaría de Deportes y que tras dejar el lugar, fue nombrado “organizador y planificador de eventos deportivos” (sic).
Hay que reconocerle a la gestión Urtubey la capacidad de inventar nuevos cargos, tan absurdos como inoperantes y si bien todavía no existe nada tan hilarante como una secretaría de la Felicidad, la verdad es que hay varios puestos que le pegan en el palo.
Al dejar su cargo otro que cayó para arriba fue Gonzalo Quilodrán, nombrado dentro de la Secretaría de la Función Pública. Asimismo la ex legisladora provincial, Mónica Petrocelli, se recicló de manera rauda apenas dejó de ser diputada: fue nombrada “en cargo político nivel 1 de la Gobernación”, con un sueldo de unos 6 mil pesos. Por las dudas siempre mantuvo una abultada pauta publicitaria para su programa.
Como quizá ya no se les ocurre nuevos nombres para cargos, directamente ponen “asesor”: por decreto fueron nombrados con esta categoría: Ángel Francisco Marinaro Rodo (ahora en la municipalidad), Marcelo Javier Pintado, Leopoldo Van Cauwlaert, Nicolás Roberto Juárez Campos, Carlos María García Bes. Todos por un sueldito superior a los 10 mil pesos. Marinaro Rodó tuvo, además, un doble reciclaje, porque también fue nombrado como Articulador del Centro de Referencia Salta que depende del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, por el que cobra más de $13.000. Suponemos que Rodó, ahora que deberá trabajar a full en la ciudad con el municipio de Isa, habrá dejado estos dos últimos “cargos”.
Paga usted
Teniendo en cuenta el duro choque con la policía, y el anuncio de la suba de impuestos, que no cayó nada bien en la población (y caerá aún peor cuando tenga que empezar a pagarlo), algunos pensaron que el gobierno esperaría hasta enero para poner en funcionamiento la máquina de reciclar, para tratar de hacer la farsa menos evidente. Pero no: los que pensaron eso o sobreestimaron la inteligencia del gobierno o subestimaron lo impune que se sienten.
Lo cierto es que en 6 años de gestión “U”, se contrataron 20 mil nuevos empleados públicos: un promedio de 10 por día. Y prácticamente todos siguen ahí. Es más fácil dejar la mafia o un cartel narco que la generosa e inagotable teta del estado.