“Los que están en campaña no pueden ejercer la función pública”, dijo sobre Yarade, mientras estaba en campaña en Tucumán, porque quiere ser vicepresidente.

Algunas contradicciones son tan evidentes que quizá no hace falta resaltarlas. Pero ya que el protagonista de esta noticia no parece haberse dado cuento de la incongruencia, vale la pena subrayar de nuevo lo ya subrayado.

“Los que están en campaña no pueden ejercer la función pública”, dijo ayer el gobernador Juan Manuel Urtubey sobre la renuncia del jefe de Gabinete de Ministros, Fernando Yarade.

Lo curioso es que Urtubey no para de hacer campaña y sigue ahí en su cargo. Pasa más tiempo afuera de la provincia, como mano derecha de Lavagna, pero no deja de ser gobernador.

Quizá el tono fue más de enojo. Ayer martes, Fernando Yarade publicó en sus redes sociales que un drone invadió su vivienda particular, espió a las hijas y la familia y dijo que no toleraría semejante intromisión y, a la mañana anunció que renunciaba al cargo por “gente mala y sucia”.

Al gobernador, que estaba en el acto cuando esto pasó, la renuncia no le gustó nada. Quizá la sorpresa no le gustó.