El gobernador se durmió en medio de la misa en la que iniciaba su pastorado el nuevo Obispo de Cafayate, Monseñor José Demetrio Jiménez. Urtu soñaba y a su lado estaban importantes figuras de la jerarquía eclesiástica del país.
Cansancio y misa son una mala combinación: el 10 de mayo pasado Juan Manuel Urtubey empezó a cabecear y las fotos muestran que de a ratos se terminó durmiendo. Y no era una misa más: se trataba de la ceremonia de ordenación del Obispo Jímenez.
La ceremonia comenzó minutos después de las cinco de las tarde con una procesión desde la Catedral local hacía el predio de la Serenata a Cafayate, acompañando la imagen de la Patrona del pueblo, Nuestra Señora del Rosario, “La Sentadita”. Estaba la crem de la crem católica: la ceremonia convocó a importantes figuras de la jerarquía eclesiástica del país y de la región y a autoridades de gobierno de las provincias de Salta, Tucumán y Catamarca, por donde se extiende la prelatura.
Incluso estaba el vice gobernador, Andrés Zottos, quien como buen parlamentario Católico no se durmió, al igual que otros cuatro mil fieles que acudieron.
Las autoridades fueron ubicadas en la primera fila de frente al altar montado en el escenario del predio. La cercanía de La Sentadita no logró mantener despierto a Urtubey, que cabeceó al lado del Intendente de Cafayate y el Vicegobernador.
No es la primera vez que Urtubey se pone a roncar. Tiene un antecedente incluso preocupante: en el año dos mil, mientras se votaba en la cámara baja del Congreso Nacional la reforma laboral delarruista, Urtubey dormía. Se aprobó cuando roncaba y luego ese proyecto fue al senado, donde se aprobó con la famosa Banelco, que sí que quitó el sueño al entonces presidente del Senado, Chacho Álvarez.
Urtubey era, entonces, presidente de la comisión de asuntos constitucionales.