Los cables interceptados por Wikileaks a la embajada de EEUU muestran un gran interés de los yanquis por Urtubey. En tres reuniones con el embajador de ese país, el salteño bien conceptuado por los yankes aprovechó para hacer catarsis: habló de todo, desde la Casa Rosada hasta del ex mandatario Romero. (DOM)

Cuando la agencia de información de Julián Assange empezó a desencriptar y hacer públicos los documentos secretos de la embajada norteamericana se armó un gran revuelo.  No tanto por la tarea de espionaje de los Estados Unidos, anodina y superficial por donde se mire, sino porque esos documentos mostraban que decenas de políticos argentinos iban a la Embajada de ese país como quien va al psicólogo: a hacer catarsis, a descargar sus opiniones más superficiales sobre el país y en especial a hablar mal de referentes del oficialismo. Entre estos políticos estuvo Juan Manuel Urtubey.

Es necesario reconocer que hay cierta obsesión de los Estados Unidos por el primer mandatario salteño. Además de las reuniones con el embajador en Buenos Aires y también en Salta, hay más de 60 menciones en cables enviados a Estados Unidos donde es mencionado. Cuarto Poder pone a disposición de los lectores un resumen de los primeros documentos súper secretos.

Encuentros cercanos de tercer tipo

Primer cable, del 12 de Marzo de 2008. Clasificación: sólo para uso oficial. Así es como el embajador, Anthony Wayne, describe al gobernador de Salta: dice que Urtubey era considerado como un protegido del incondicional peronista de Juan Carlos Romero en Salta, sin embargo, también cultivó una excelente relación con Cristina Fernández de Kirchner. “Joven, elocuente y carismático, Urtubey se aprovecha de los medios de comunicación para llegar a los votantes”, dice el cable. También resalta que su campaña se centró en el liderazgo moderno y la eliminación de la corrupción del gobierno de Romero. “Él viene de una familia política. Su padre, Rodolfo Urtubey, es un jurista prominente conocido por sus ideas conservadoras, y trabajó para el ex gobernador Romero. Su tío, Julio Mera Figueroa, sirvió en el gabinete de Carlos Menem y como asesor de gobernador Saadi en Catamarca”, dice el cable. La información que tiene el Embajador sobre Urtubey es interesante: apoyado por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y según se informa favorablemente visto por ambos Kirchner.

En esa conversación Urtubey aprovecha y le dice que le gustaría apoyar más a las empresas del país del norte, pero a veces tiene problemas con los comerciantes locales. “Afirmó que Salta podría crecer aún más rápido, pero que estaba preocupado por los costos sociales del crecimiento que fue demasiado acelerado. Señaló, por ejemplo, que se había encontrado con muchas críticas por haber acogido el despliegue de Walmart, por el impuesto y otros incentivos otorgados a Walmart”, dice el cable, en el que además detalla que Urtubey había expresado su gratitud con aquella empresa por comprar productos salteños.

El Embajador va a lo suyo: le dice a Urtubey que esperaba encontrar maneras de apoyar el interés de Salta en el béisbol, dada la liga próspera de la provincia. (Unos años después Urtubey terminó apoyando el desalojo de uno de esos clubes prósperos de béisbol de la provincia). “El embajador recordó que Salta tenía un interés inusualmente activo en el béisbol, con una liga que tenía sus raíces en el entusiasmo de unos chicos jóvenes en Salta hace 60 años que se comprometieron a aprender y difundir el deporte después de ver una película popular acerca de Babe Ruth”, dice el Cable.

Es probable que después de escuchar lo de Babe Ruth, Urtubey se diera cuenta de que él también podía tirar cualquiera. Y entonces disparó contra Bolivia. Expresó su preocupación por el constante paso de bolivianos a Salta y habló de narcotráfico y la trata de personas. “Indicadores socio-económicos de Bolivia habían sido durante mucho tiempo motivo de preocupación, y Salta se lleva algo de la carga”, fueron las palabras de Urtubey registradas en el cable. “Por ejemplo, hasta el 50% de los pacientes médicos que se tratan en los centros médicos estatales de Salta es de nacionalidad boliviana”, agregó el gobernador. Donde sí derrapa del todo, apelando a la imaginación hollywoodense del embajador, es cuando le dice que teme que una crisis en Bolivia produzca un éxodo masivo de habitantes de ese país hacia Salta. Según Urtubey, llegarían unos 170 mil bolivianos y Salta, por supuesto, no está preparada para tanta gente.

Veamos qué pensaba Urtubey de Juan Carlos Romero. El cable finaliza señalando que Urtubey “se cuidó de decir que la provincia y su gobierno se beneficia del liderazgo de alta calidad y la gestión de su predecesor”. El yanqui amante del béisbol le expresa a su gobierno mediante el cable que hablar bien de los predecesores “no es un comentario común en la política argentina.”

Yanquis come home

Segundo encuentro. Julio de 2008. Documento: clasificado. Plena crisis del gobierno nacional con El Campo. Y Urtubey aprovecha para ir a la embajada yanqui y darle la espalda a la gestión K. Lo ve a Anthony Wayne y le dice que los impuestos a la exportación impuestas al sector agrícola están obstaculizando el crecimiento económico y por lo tanto es algo negativo. “Mientras que cerca de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Urtubey sentía claramente la presión local en el tema de los impuestos a la exportación y trató de bajar su perfil público en apoyo del gobierno en las últimas semanas”, detalla el documento.

Ahora, a Urtubey se le da la vuelta la impresión sobre Bolivia. Ya no avizora una horda de menesterosos inmigrantes viniendo a usar el hospital, sino que Urtubey teme que la crisis argentina ahuyente el capital que hay en Salta del vecino país. En medios de esas pasiones, Urtubey decide venderse como “moderado”, algo que al embajador yanqui parece gustarle. “Desilusionado con la actual falta de actitudes políticas moderadas, Urtubey dijo que confía en que un clima político más moderado va a surgir como una nueva generación de líderes emerge”, dice el resumen.

Desde luego, Urtubey, como si estuviera en un diván, aprovecha y se descarga: habló de “la amplia gama de problemas que se enfrenta desde que asumió el cargo en diciembre, inundaciones, la desigualdad económica, el aumento de la delincuencia y el consumo de drogas, la deuda provincial, el impacto negativo de la actual esquema tributación agrícola en su provincia, y la percepción externa de Argentina”. Según el cable, Urtubey le dijo a Wayne “que viene de una familia de granjeros” (puede haber un error de traducción) y también le dice que “él entiende la estructura de costos reales en la soja y otras producciones y que el sistema de impuestos del gobierno actual no refleja adecuadamente los costos de producción”.

Hay partes del documento en que se hace hincapié en que deben ser secretas y son justamente en las que Urtubey habla pestes del gobierno nacional. El gobernador Urtubey ofreció un análisis de las tendencias políticas en la Argentina. En su opinión, la generación que alcanzó la mayoría de edad en la década de 1970 es ahora la que está en el poder. Sin embargo, su forma de pensar es obsoleta, “no abrazar el concepto de una fuerte oposición, sino más bien defensiva en la cara de ella”. Expresó su confianza en la posibilidad de un mejor gobierno con una visión más reciente después de las próximas elecciones presidenciales. “Argentina no puede reincidir más”, dijo. La moderación de las actitudes políticas y legislativas, señala, es imprescindible para el éxito de la Argentina.

Para Wayne, y para el mismo Urtubey, él es parte de la nueva generación de líderes. “Más esclarecedor fue Urtubey, el análisis de las tendencias en la política interna de la Argentina. “Él y el gobernador Capitanich Chaco son dos jóvenes líderes prometedores de las provincias más pobres del norte que parecen tanto pro-empresarial y la búsqueda de nuevos patrones de la política peronista de Argentina”, concluye el cable de Wayne.

Wayne’s World

Agosto de 2008. Documento: Confidencial.  El embajador viene a Salta. Tiene una cena privada con el gobernador Urtubey en Finca Las Costas. La razón de “confidencial” tiene que ver con las nuevas críticas del mandatario salteño hacia la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) por el frustrado intento de subir los impuestos a la exportación de productos agrícolas, lo que llevó a un prolongado conflicto entre el gobierno y el sector agropecuario.

Si bien hace un poco de catarsis, Urtubey le dice a Wayne que afirma su apoyo continuo y la fe en CFK, y que al menos la resolución del conflicto abre un resquicio de esperanza en el resultado final, que indica que ha renovado la confianza del pueblo en el Congreso y que la designación de un nuevo jefe de gabinete, «de mente abierta» podría ser un cambio positivo.

Urtubey le cuenta a Wayne una charla personal que tuvo con Cristina, de quien se declara amigo. Le dice que habló con ella (CFK), que ella insistió en que hablara libremente, sin la deferencia debida al cargo. Y Urtubey asegura haberle dicho que el mayor problema en el proceso no fue el mensaje de aumentar los impuestos, pero sí la manera en la que dio a luz al mismo. Él le dijo que tenía que ser más moderada y menos conflictiva cuando se trata de puntos de vista opuestos, y que ella debe entablar un diálogo con aquellos que favorecen a otras opciones, así como con el Congreso y los gobernadores.

En esta conversación Urtubey ya habla de un recambio político en el país y se refiere a Sergio Massa. Comentó sobre el reciente cambio de jefe de Gabinete, indicando que él era amigo tanto del saliente Alberto Fernández y Sergio Massa entrante, y expresó su esperanza de que el cambio puede «refrescar» el proceso de formulación de políticas. Agregó que «Massa es más abierto que la mayoría» en la administración. La pregunta es si tendrá «el espacio para actuar.» Urtubey dijo que con los cambios de estilo y algunas buenas decisiones políticas, creía CFK podría recuperar popularidad suficiente para gobernar de manera efectiva a través de su término.

Como buen muchacho que creció con el neoliberalismo norteamericano, Urtubey también criticó la decisión del gobierno de renacionalizar Aerolíneas Argentinas, expresando su preocupación de que los costos eran demasiado altos: “$ 900 millones en deuda, más los costos de operación”. Afirmó que los gobernadores de varias provincias del norte, incluyendo Salta, estaban trabajando para establecer una nueva línea aérea regional, que abarcaría muchas áreas actualmente atendidas sólo por Aerolíneas Argentinas.

Last Words

Más allá de la actitud complaciente y algo provinciana de ir a rendir pleitesía al embajador de los Estados Unidos, la estrategia del gobernador muestra el discursito pro mercado y anti-estado, el mismo que Carlos Menem llevó a su punto culmine. La catarsis, la victimización, la autopromoción y las exageraciones forman parte de la estrategia discursiva ante un embajador que parece desarrollar sus funciones sin interés, ya sea por cansancio, por ineptitud o porque en su vida ha visto pasar a demasiados jovencitos con aspiraciones que tarde o temprano quedan truncas.