A 32 años de su publicación original, El cuento de la criada es uno de los libros del año. La historia de mujeres sometidas por un gobierno totalitario dialoga con la actualidad. Su autora, Margaret Atwood, visitará nuestro país en diciembre.
“Mucha gente quiere un cambio y el cambio tiene que ver con esto, con cómo nos comportamos frente a estas situaciones. Acá no hay ninguna dictadura. Está la sombra de una cultura que no respeta la norma. Transgredir y transgredir, total no pasa nada. Esto que pasó, pasó en el contexto de una transgresión a la norma y de un ataque que es un delito, que no se debe hacer”.
Las declaraciones que realizó la vicepresidenta Gabriela Michetti esta semana a raíz de la muerte de Rafael Nahuel fueron explícitas y confirman (una vez más) lo que muestra el gobierno desde que asumió en diciembre de 2015. No habrá lugar para las protestas. Los que se muestran en disidencia serán contrarrestados. Porque la gente quiere vivir en paz. Tranquila.
Si el discurso se parece mucho a los de los gobernantes totalitarios de las novelas distópicas es porque los autores de estas historias se basaron siempre en la realidad. Cuando Margaret Atwood escribió El cuento de la criada también buscó reflejar lo que pasaba en el mundo en el que vivimos.
El cuento de la criada, publicado originalmente en 1985, es uno de los hits de este año gracias a tres detalles imposibles de dejar pasar: la excelente serie basada en el libro, protagonizada por Elisabeth Moss, la tendencia hacia la derecha de muchos países occidentales, incluido el nuestro, y la lucha cada vez más fuerte del feminismo.
Y si consideran que es exagerado pensar que nuestro país tuvo algo que ver en la creación de esta historia de un Estados Unidos dominado por una secta machista, hipócrita y religiosa que usa a las mujeres de aparato reproductor mediante violaciones y quita de derechos y posterior expropiación de bebés, bueno… lean los diarios. O el prólogo que Atwood escribió este año para la reedición del libro que realizó Ediciones Salamandra y que distribuye Riverside: “El cuento de la criada se nutrió de muchas facetas distintas: ejecuciones grupales, leyes suntuarias, quema de libros, el programa Lebensborn de las SS y el robo de niños en Argentina por parte de los generales, la historia de la esclavitud, la historia de la poligamia en Estados Unidos… La lista es larga”.
El libro cuenta en primera persona la historia de Defred, la criada que está encerrada, sometida y esclavizada como el resto de sus compañeras en la rebautizada República de Gilead. Allí, los derechos han sido cercenados, especialmente los de las mujeres, que como dijimos, pasaron a ser una herramienta. La cosificación en su mayor extremo que llevará a la rebelión inevitable.
Atwood, que en diciembre estará en nuestro país, logró una historia brillante, a la altura de las grandes novelas distópicas, como 1984 o Un mundo feliz. A más de treinta años de su publicación original, El cuento de la criada está en sintonía con los tiempos que corren. Para bien y para mal.