Dos mandatarios provinciales, que hasta hace unos meses trabajaban en la construcción de un peronismo alternativo, siguen ahora una orden que la expresidenta impartió a sus referentes en todo el país: buscar la unidad.

El sueño de Urtubey parece irse diluyendo con el pasar de los días. Todo indica que la relación de Cristina Kirchner con los gobernadores del PJ experimenta un cambio de tendencia. Gestos de conciliación recientes de dos mandatarios provinciales, que hasta hace unos meses trabajaban en la construcción de un peronismo alternativo, conviven con una orden que la expresidenta impartió a sus referentes en todo el país: buscar la unidad.
Es probable que esta decisión no afecte de manera directa a las elecciones en Salta, más allá de que aún no se sabe qué hará Leavy, pero esta nueva estrategia sí impacta de lleno en las aspiraciones de Urtubey.
La instrucción de Cristina ya se tradujo en acuerdos para las elecciones provinciales de cuatro distritos: La Pampa, San Juan, Neuquén y Río Negro. A esas provincias podrían sumarse Tierra del Fuego y Chubut, donde avanzan negociaciones para que el PJ y Unidad Ciudadana (UC) compitan en uno mismo frente electoral. «Cristina bajó una línea muy clara y está muy encima de esas gestiones», dijeron en el Instituto Patria.
En simultáneo a esta estrategia, que podría dejar en minoría a las provincias en las que el kirchnerismo se presente por fuera de la estructura formal del justicialismo, Cristina intentó tomar distancia de las disputas que se dan entre dirigentes peronistas por el poder de un mismo distrito, como son los casos de Tucumán y La Rioja.