La estrategia del equipo económico es poder obtener un colchón de fondos frescos antes de liberar el mercado cambiario. Compromisos de bancos extranjeros, liquidación de exportaciones y extensión del swap con China, en el menú.

El flamante presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, inicia su gestión con variadas promesas de desembolsos por parte de bancos y de exportadores de granos. Una parte de los primeros fondos frescos que arribarán a las reservas hasta enero son producto de negociaciones ya encaminadas del anterior gobierno, que sumarían 3400 millones de dólares a las reservas del organismo a través de la ampliación del swap de monedas con China y créditos de bancos europeos. El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, había anticipado que saldría a buscar por lo menos un paquete de unos 20.000 millones de dólares al exterior antes de abril próximo. El equipo económico de Cambiemos ya tendría asegurado un primer desembolso de 8000 millones de dólares de bancos privados extranjeros.

La propuesta de campaña del gobierno electo de liberar el cepo a partir de hoy quedó en promesa y el objetivo del Central será abultar el stock de reservas para, posteriormente, ir liberando las restricciones al acceso a la compra de moneda extranjera. El acopio de los exportadores de granos y la demanda privada le costaron al organismo una pérdida de reservas, a lo que se sumó la caída por el desendeudamiento. Desde la anterior administración había algunos acuerdos avanzados para recuperar parte del stock de reservas internacionales.

La actual conducción encuentra ya encaminados un acuerdo de ampliación del swap de monedas con el Banco Popular de China por el equivalente a 2000 millones de dólares. También están avanzado un acuerdo con el Banco de Francia por 1400 millones de dólares, de los cuales 400 millones podrían arribar este mes y los restantes 1000 millones, en enero próximo. A eso podría sumarse un desembolso del Banco de Basilea, pero para eso habría que avanzar en un acuerdo con los fondos buitre, algo que el macrismo parece dispuesto a llevar a cabo.

Por su parte, el equipo económico macrista espera contar con distintas líneas de ingreso de divisas. El más próximo sería un acuerdo con los bancos HSBC, JP Morgan, Goldman Sachs, Deutsche Bank y el Citibank por un monto de entre 6000 y 7000 millones de dólares, a los que se sumarían unos 1000 millones más del Santander y el BBVA, según dejaron trascender en el entorno de Prat-Gay. Estos préstamos se realizarían bajo la modalidad de Repo, lo que significa que las entidades depositarán sus dólares en el Central a cambio de la entrega de un título público del organismo.

Cambiemos prevé además, más allá de que las críticas vertidas cuando se implementó, ampliar el swap con China. El designado embajador argentino en China, Diego Guelar, aseguró que los contratos que el gobierno de Cristina Kirchner firmó con ese país “se van a respetar” en la próxima gestión, y adelantó que seguramente se va a aumentar el swap de monedas con el gigante asiático. Actualmente, sin contar con la ampliación, el swap entre pesos y yuanes entre ambos países es por el equivalente a 11.000 millones de dólares.

También se espera que los agroexportadores liberen parte del stock retenido en silobolsas. Según estimaciones del sector, podrían arribar de ese canal comercial unos 7000 millones de dólares. A esto se sumaría el ingreso de la actual cosecha, cuya liquidación suele iniciarse entre abril y mayo y se extiende hasta junio o julio. Por eso, la intención del gobierno es que arriben fondos antes de la liquidación. Desde que se perfiló Mauricio Macri como un posible ganador del ballottage, la retención del ingreso de divisas se hizo más evidente y, pese a que este año hubo una cosecha record, los volúmenes liquidados semanales fueron los más bajos de los últimos años.

Otra alternativa que se maneja en el gobierno es conseguir otros 6000 millones de dólares en el mercado internacional de capitales, dando como garantía títulos Bonar 2024. Estos títulos nacieron como compensación a Repsol por la expropiación del control de YPF. Este año además se colocó unos 1500 millones de dólares a través de una ampliación de este título en dólares.

Una última opción que circuló desde el actual gobierno es un swap con la Reserva Federal por unos 2000 millones de dólares. Se trata de un mecanismo que utilizó Brasil en 2009. Este swap consiste en intercambiar ese valor en reservas en oro tiene la autoridad monetaria depositadas en la Reserva Federal de Estados Unidos, por dólares. Con excepción de la liberación de los dólares retenidos de la exportación de granos, el paquete de medidas para apuntalar el stock de reservas proviene del sistema financiero y no de fuentes reales, como una mejora en la cuenta corriente.

Fuente: Página 12