Un joven de 22 años fue golpeado salvajemente y debió ser hospitalizado. Ocurrió en Tartagal. Su madre aseguró que el hecho fue producido por una patota. Denunció que la ambulancia tardó una hora en llegar y que el patrullero no quiso llevarlo.
La madre de Ariel Vaca, de 22 años, denunció que su hijo fue a comprar cigarrillos a la madrugada y una patota lo atacó para robarle. Agregó que la ambulancia tardó una hora en llegar al lugar y el móvil del 911 no quiso llevarlo cuando la demora era notoria.
Según el testimonio de la madre, publicado en El Tribuno, Ariel Sebastián Vaca salió a las 4 de la mañana de su casa, donde vive con su progenitora, su esposa y un hijo pequeño. Fue a comprar cigarrillos. Cuando se dirigía al kiosco fue atacado en forma salvaje por una patota en el Barrio Nacional donde reside. «Unos vecinos me avisaron que mi hijo estaba tirado en la calle y que lo había apuñalado. Cuando llegamos al lugar estaba todo ensangrentado y sin poder moverse. Con el rostro desfigurado», relató la señora, para luego agregar: «Después nos enteramos que fue atacado por una patota y nadie se metió a defenderlo. Dicen que le pegaron muchísimo en todas las partes del cuerpo. Ocurrió a las 4 de la mañana cuando fue a comprar cigarrillos. Él vive conmigo y trabaja. Recibió muchos golpes en la cara, en la cabeza, en todos lados. Tiene varias heridas, su estado es delicado».
«Que yo sepa hasta el momento no hay detenidos. Nosotros por el delicado estado de mi hijo no hicimos la denuncia todavía. Estuvo una hora tirado en el piso, el 911 no lo querían traer», completó la mujer.