La intervención del municipio de Colonia Santa Rosa generó polémicas. Aunque sea materia opinable políticamente, tales opiniones no logran disimular el desmanejo de los recursos municipales por parte del exintendente Dardo Quiroga.
Los auditores, por ejemplo, publicaron un informe el pasado 31 de julio que analizando el Ejercicio 2011 de Colonia Santa Rosa concluía que “la Ejecución Presupuestaria de Gastos no presenta razonablemente la información financiera contenida en la misma (…) Esta Auditoría opina que el Estado de Situación de la Deuda para el Ejercicio Financiero no presenta razonablemente la información financiera contenida en la misma”, mientras advertía que “el examen global del movimiento y registración de las operaciones financieras analizadas, permiten verificar el incumplimiento de las normas”.
Lo último era tan evidente que los técnicos aseguraban que existe una “apertura de conceptos de erogaciones que no coinciden con las partidas aprobadas en el respectivo presupuesto” lo que impide determinar desvíos por cada partida en forma analítica “lográndose establecer únicamente desvíos a niveles globales respecto de lo presupuestado”. Es decir que se sabe que se malversaron los caudales públicos pero no se sabe exactamente cómo; porque, por ejemplo, fue imposible realizar una “evaluación respecto de la veracidad, exactitud, pertenencia y legalidad, sobre la partida de Erogaciones de Capital, rubro Obras Públicas”.
Es más, se precisaba que en el municipio del ya renunciado Dardo Quiroga (en el poder desde 1999) el manejo de los dineros públicos correspondía a una sola persona: la que autorizaba las compras a efectuar, las órdenes de pago, realizaba extracciones de las cuentas oficiales y firmaba los cheques, custodia los fondos y hace las registraciones. Conclusión: en 2011 las erogaciones de más de $17 millones se administraban sin los más elementales procedimientos administrativos, legales, de registración y control interno.
No se trata del único ejemplo: en otra auditoría, esta publicada el 5 de junio de 2013, las irregularidades eran las que siguen: el municipio “no aportó el estado del movimiento de fondos y valores operado durante los ejercicios financieros año 2009 y 2010”; ausencia de elementos centrales para analizar las obras Publicas y su Ejecución Presupuestaria como: “a) Pliego de Condiciones, b) Memoria Descriptiva, c) Especificaciones Técnicas, d) Croquis o Planos y e) Cómputos y Presupuesto”.
A pesar de estos límites, se descubrieron cuestiones básicas que no fueron cumplidas. En ese sentido el informe subraya que “la encargada de Tesorería Municipal que administra los fondos y valores públicos realiza en forma simultánea registraciones en el sistema informático contable, lo que produce una debilidad significativa en el sistema de control interno, ya que lo expresado impide el control por separación de funciones incompatibles (autorización, ejecución, custodia de activos y registración)”. A la vez asegura que “el ente auditado no cuenta con adecuadas medidas de seguridad sobre los fondos y valores que mantiene en su poder”. Y agrega que “no cuenta con programas formalmente establecidos destinados a la compras de bienes y servicios (…) no interviene los comprobantes relativos a gastos con un sello -leyenda- “pagado” o similar, a fin de contar con un elemento adicional de control que evite nuevamente su pago (…) Las operaciones correspondientes a la emisión, pago y registración contable de la Orden de Pago son realizadas por una sola persona”.
Conocer rigurosamente los movimientos económicos de Colonia Santa Rosa es casi imposible, al igual que tener una idea sobre a cuánto asciende la deuda real de la comuna. “De la entrevista celebrada con funcionarios de la Municipalidad surge que el ente auditado no confeccionó el estado de la Deuda Pública correspondiente a los ejercicios financieros año 2009 y 2010”. Y paso siguiente el escrito asegura que no se “aportó la documentación que dio origen a la deuda (contratos, facturas, o similares) lo que imposibilitó verificar la fuente documental de la Deuda Pública”. Esto muestra que es imposible realizar una planificación ni un reacomodamiento de pagos si nada se tiene claro.
También se puso la lupa sobre los bienes muebles, que ni siquiera están relevados. Según se indica “no cuentan con un código que posibilite identificarlos, verificar su existencia, ubicación y estado de conservación, con precisión y certeza”. Al respecto se agrega: “No se encuentran implementados los registros necesarios para los cargos y descargos correspondientes a los bienes de la Municipalidad; en otras palabras, los bienes se entregan sin la correspondiente firma de recepción de conformidad por parte del agente receptor”.