La concejal acusada de acopiar donaciones no fue destituida por encontrarse ausente justificadamente. No obstante, llamó la atención la enérgica defensa de sus pares de todos los partidos. 

 

El Concejo Deliberante de Tartagal debatió ayer la situación de la concejal Paola Díaz, detenida por administración fraudulenta de bienes o intereses ajenos, en grado de coautora. La edil olmedista está acusada de haber retenido donaciones destinadas a comunidades wichís junto a su hermana, la defensora oficial Rosa Fabiola Díaz.

Díaz no participó de la sesión por encontrarse detenida, aunque la justificación de su ausencia giró en torno a la situación de su hija, quien sufrió un accidente automovilístico. En una nota enviada al presidente del cuerpo Sergio Oscar González, la concejal señalada informó que no participaría de la sesión, pero que lo haría si el concejo lo requiere de manera urgente.

En sus alocuciones, los ediles de todos los frentes plantearon una cerrada defensa de la edil que, en algunos casos estuvo basada en la presunción de inocencia; y en otros, rozó la obsecuencia lisa y llana.

Desde el oficialismo, la edil Silvia Loria apeló a la humanidad de sus pares y pidió comprensión con la situación familiar de Díaz: «Tenemos que recordar que antes que ser concejales, somos hijos, padres y hermanos. Tenemos que pensar como seres humanos que somos. No podemos actuar sobre la justicia misma, seguramente hoy la concejal que está detenida en lo único que piensa es en el estado de salud de su hija. Debemos solidarizarnos».

Gustavo Cardozo, otro radical, planteó: «Ayer aparentemente habíamos entendido que mal se puede juzgar a alguien, sin antes haber sido oído. No podemos decidir, sin antes escuchar».

En la misma sintonía se expresó su compañera de partido Victoria Bonillo, quien además sostuvo: «Muchos no conocen la distinción entre estar detenido y la sentencia judicial. Plantean la necesidad de una destitución, olvidándose así del principio de inocencia y de la legítima defensa».

Elva Rodas y José Luis Gabito, del Frente de Todos acompañaron la postura de sus pares y no acompañaron el tratamiento de la destitución. «No soy juez, ni voy a condenar a nadie. Voy a esperar que la justicie determine», manifestó Gabito.

Un poco más allá fue Reynaldo González (Creer), quien se aventuró a calificar los hechos cometidos por su par denunciada como «errores», de esos que todos cometemos. «Todos nos equivocamos, señor presidente, todos tenemos errores, pero no me gusta que hayan atacado a muchos funcionarios que no tuvieron nada que ver», se excusó.

Pero el discurso más obsecuente e increíble de la sesión llegó de la mano de Ernesto Restom (FdT), quien se despachó contra la prensa a la que acusó de «caníbal» por condenar los hechos, al tiempo que denunció motivaciones políticas para «manchar» a algunos concejales.

«Muchos medios de comunicación, en algún punto caníbales por decirles de algún modo, tergiversan la información real y no la dicen al pueblo de la forma adecuada que debería ser (…) Sabemos que muchas de las cuestiones que aquí se han dicho y que hemos debatido ayer también forman parte del aspecto político, que lamentablemente es tan sucio y que lo único que busca es manchar a muchos concejales» (SIC).

De esta forma, con la decisión tomada por el cuerpo deliberativo, Díaz sigue siendo concejal y seguirá cobrando su dieta. En tanto su hermana Rosa Fabiola Díaz, fue suspendida por 30 días sin goce de haberes por disposición del defensor general de la provincia Pedro García Castiella.