Si amenazás y lesionás a un vecino con un destornillador, la Policía te detiene un rato. Si cuando te llevan a declarar por ese asunto le pegás una trompada a un cana, sos condenado a prisión. 

Eso es lo que le sucedió a un hombre, condenado a un año y dos meses de prisión efectiva por haber agredido a su vecino y a un policía en mayo de 2015.
El juez Francisco Mascarello, vocal de la Sala VII del Tribunal de Juicio, condenó al hombre por los delitos de lesiones leves, amenaza con arma y lesiones leves calificadas en concurso real.
El condenado fue denunciado por un vecino en mayo del año pasado fue atacado con un destornillador. Ese mismo día, un oficial de la Policía denunció al hombre, ya que al momento de retirarle las esposas en la Alcaidia, fue golpeado en la nariz por el denunciado.