Un centenar de bagayeros de Orán reclaman en la playa donde arriban vehículos con mercadería desde Bolivia. Se oponen al mayor rigor que está aplicando gendarmería a la hora de quitar las lonas con la mercadería de contrabando.

Según informa Radio Guemes de esa ciudad, los reclamos básicamente tienen dos motivos: los controles a los que son sometidos ahora los bagayeros en los desvíos por el monte cuando vienen desde Aguas Blancas hasta Orán; y el secuestro que se hace sobre los colectivos que llevan en cantidad la mercadería hacia el centro del país.

La situación es realmente un túnel sin salida. Aunque los bagayeros reconocen que la actividad es algo ilegal, se respaldan en las miles de personas que trabajan pasando mercadería de contrabando y enfatizan que cortar la actividad sería un perjuicio para una importante cantidad de familias de Orán. Por último afirmaron que se mantendrán reclamando hasta que llegue alguna autoridad importante (se deduce de Gendarmería Nacional), para dialogar con ellos.

Ubicada frente a la terminal de ómnibus de esa ciudad, la playa de camiones es una media manzana representa el corazón del llamado bagayeo: destino final de colectivos, tráfics, camionetas y autos cargados con bultos de hasta 80 kilos que cientos de hombres deshacen para entregar la mercadería a los “patrones”: hombres y mujeres que arribando a Orán cruzan la frontera para adquirir productos que el bagayero contrabandea por la frontera a pie para luego montar los bultos a vehículos que tienen por destino final el playón que es propiedad del municipio de Orán.