«Urtubey no va a ser vicepresidente de nadie», aseguró Pablo Kosiner y es verdad. Los medios especializados nacionales que analizan la lista de potenciales candidatos a vicepresidentes tiran varios nombres pero ninguno de ellos es el del gobernador salteño.
Así lo manifestó por FM Capital el diputado nacional por Salta, Pablo Kosiner, en referencia a los candidatos para las elecciones presidenciales y la posible convocatoria del gobernador salteño a integrar la fórmula. La información coincide con aquella otra que los analistas políticos nacionales emiten en tanto de los muchos nombres que tiran para ocupar la vicepresidencia del oficialismo nunca aparece el del mandatario salteño.
Pablo Ibañez de Ámbito Financiero, por ejemplo, publicó hoy una extensa nota que repasa los potenciales candidatos a vicepresidente del oficialismo en donde el salteño no aparece. Ibañez menciona en otros al santiagueño Gerardo Zamora, uno de los últimos radicales con dominio territorial que perduran en la galaxia K, como un deseo de Daniel Scioli y de Florencio Randazzo. Zamora, segundo en la línea de sucesión presidencial detrás de Amado Boudou, conjuga varios dones: domina una provincia, Santiago del Estero -gobierna su mujer, Claudia Ledesma Abdala-, en teoría ensancha el sendero del peronismo por su perfil radical y es K. “La coincidencia de Scioli y Randazzo respecto de Zamora puede resultar llamativa porque, según la hoja de ruta de los búnkeres, los presidenciables K parecen necesitar vices distintos. Por eso no son los únicos y flota, además, la incertidumbre sobre cuál será la intervención de la Presidente:
Scioli parece condenado a seleccionar a un híper-K o, al menos, a alguien que resulte más kirchnerista que él en el sentido discursivo y estético. Allí marcó a Axel Kicillof como el indicado para ese fin. Algunos K duros creen que la Presidente no permitirá que ponga de vice a uno de sus ministros porque eso, en el futuro, podría leerse como un condicionamiento o una intromisión. Algo así como una remake de lo que ocurrió con Gabriel Mariotto como vice bonaerense. En ese marco se asegura que José Luis Gioja, el gobernador de San Juan, es el preferido de Scioli, pero no parece cumplir el requisito de kirchnerizar al bonaerense. Más útil para ese fin podrían ser Jorge Capitanich o Sergio Urribarri, dos nombres que aparecen en las grillas tanto de Scioli como de Randazzo. El misionero Maurice Closs, de diálogo con los dos pero más cerca del gobernador, luce entre nombres posibles.
Sobre Florencio Randazzo, se dice que visualiza a Zamora -también encaja Urribarri- por una razón más práctica: con despliegue en el norte y de buen vínculo con los demás gobernadores, el santiagueño puede permitirle equilibrar la alianza de Scioli con los caciques del PJ de esos pagos, entre ellos José Alperovich (Tucumán) y Eduardo Fellner (Jujuy). Nadie lo dirá pero subyace un asunto más mundano: la fiscalización en esas zonas durante las PASO, un temor que a medida que se acerca la elección adquiere más fuerza. Al margen de Zamora podría apuntar a un jefe provincial que le aporte volumen y estructura, como Urribarri, que además queda suelto y tiene un esquema propio. O, en otro juego, buscar a un delegado de La Cámpora.