La Cámara de Diputados de Salta eligió a su nueva representante en el Observatorio. Sin reconocimiento por parte de la militancia feminista salteña fue avalada por el diputado Santiago «indio» Godoy. (Libertad Flores)

Distintas referentes de mujeres de Salta consultadas afirmaron que desconocen el trabajo territorial o académico de quien fue elegida la semana pasada como Directora representante de la Cámara baja del Observatorio de violencia contra las mujeres. Se trata de Florencia Sanchez, profesora de Historia y una desconocida para quienes históricamente han luchado por los derechos de las mujeres en Salta.

Fue en la sesión de esta semana cuando el apoltronado ex presidente de la Cámara, Santiago Godoy, felicitó a la flamante directora aunque aseguró que él tampoco la conoce. Se refirió para avalar sus alabanzas a una nota periodística en un portal que se presenta como progre pero quienes redactan no son más que militantes pagos del proyecto “nacional y popular”.

Casualmente la única entrevista que brindó la ahora directora fue en ese portal donde aparte de repetir frases hechas su discurso se abocó a los lugares comunes de quien de entrada no muestra una exteriorización propia sobre temas de interés para el cargo que ostenta. Algunas de las frases copiadas que dijo fueron: «La violencia de género es una problemática social compleja que requiere que todos los actores estén presentes», «es necesario que se incorpore la perspectiva de género en todos los niveles del Estado porque vamos a lograr cambiar y transformar la sociedad». 

Aunque son pequeños hilos que evidencian a quien responde Sánchez no se presenta como algo novedoso. Las anteriores representantes de la Cámara ante el observatorio también pasaron sin pena ni gloria. Luego de la rápida salida de Alicia Ramos quien prácticamente asumió para renunciar y según alegó se fue por “cuestiones personales” y la hoy premiada con un cargo nacional, referente trans y critica aguda del feminismo, Pía Ceballos, quien en declaraciones mediáticas afirmó que algunas feministas eran “feminazis” y hoy con la profesora de discursos copiados, el Observatorio que solo observa y sus recomendaciones ni siquiera son tenidas en cuenta, sigue camino a ser un organismo de maqueta.