Dos resoluciones de AMT previas al desbarajuste económico que sacudió al país esta semana le garantizan a los empresarios de Saeta que la tarifa suba 50 centavos cada mes. Las consecuencias de la devaluación darán nuevos argumentos a los transportistas para requerir más incrementos. (Alfio Bustos)
Por noveno mes consecutivo, hoy sube 50 centavos el boleto de colectivos, que aún antes de la megadevaluación de esta semana ya se sabía que aumentaría a ese ritmo hasta diciembre. Es decir, 50 centavos cada mes del año. A fines de 2017, aunque ahora resulte lejano, el pasaje de bondi oscilaba los 7 pesos. En un año, según lo establecido antes que la depreciación del peso con respecto al dólar tuviera una escalada sideral y vertiginosa en los últimos días, la tarifa de colectivo del Área Metropolitana, donde orbita la sociedad mixta Saeta, duplicará su valor.
La decisión de ese incremento de cincuenta centavos mensuales se dio por una combinación de resoluciones: el primer tramo de subas graduales, que iba hasta julio, se aprobó a fines de 2017 y a pedido del directorio de la empresa Saeta. La Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT), titularizada por el camarada de Cristina Fiore, Federico Hanne, valoró como razonable la solicitud de los monopolistas. El segundo tramo se decidió luego de que la paritaria nacional de los choferes quedase sujeta a un aumento en las tarifas, acuerdo al que arribaron sin problemas la federación gremial y los empresarios. Sin que los usuarios pudiesen presentar objeción formal, el Ministerio de Trabajo de la Nación convalidó el acuerdo. Pese a que a nivel nacional la paritaria sugería dos pesos de aumento, la AMT del renovador U aprovechó para cerrar año redondo, estableciendo que los incrementos de 50 centavos mensuales se dieran hasta diciembre inclusive.
Desde hoy, el boleto común que se usa en Salta capital y algunas adyacencias, escalará a 11,45 pesos. Hasta La Caldera costará 18,29 pesos, sin trasbordo —que valdrá 22,90—, mientras que el viaje hacia Chicoana saltará a 27,51 pesos sin trasbordo y 31,96 pesos abordando distintas unidades. El abono común, tal cual lo establecido por AMT luego de la paritaria nacional citada, terminará el año en 12,95 pesos.
La suba de los combustibles y repuestos de índole internacional, tasados en dólares o monedas con más respaldo que el peso argentino, como el Euro, será una consecuencia obvia después de la devaluación experimentada en las últimas horas. Tanto los derivados del petróleo como las partes de las unidades son conceptos del cuadro de costos de Saeta, que no tardará en aprovechar esa situación económica para pedirle a AMT un nuevo incremento tarifario. Téngase en cuenta que el monopolio de la prestación del servicio de transporte público de pasajeros que la Municipalidad cede a la Provincia y ésta, a su vez, a los empresarios de Saeta, contempla por ley una «rentabilidad razonable» para los transportistas. Claro, como se ha visto, los parámetros de «razonabilidad» para la renta empresaria que contempla la AMT están muy por encima de un Salario Mínimo, Vital y Móvil. De hecho, pese a las denuncias históricas del movimiento estudiantil salteño, Saeta no hace públicos sus libros contables, gesto mínimo para garantizar transparencia en eso que AMT viene evaluando, a puertas cerradas, como razonable.
La suba de los combustibles y repuestos de índole internacional, tasados en dólares o monedas con más respaldo que el peso argentino, como el Euro, será una consecuencia obvia después de la devaluación experimentada en las últimas horas.
En cuanto al pase libre estudiantil, este año Saeta consiguió lo que venía buscando desde hace tiempo, torcer la resistencia estudiantil para imponer restricciones en el uso. Si bien el beneficio sigue vigente, todavía no se lo convirtió en ley y se recortaron aristas antes abarcadas por la cobertura, como los horarios durante los fines de semana. Ciertamente hubo movilizaciones y hasta se conformó una nueva coordinadora de estudiantes por el boleto, que pasó a la fama por un escrache a Juan Urtubey en la Universidad Nacional de Salta (UNSa), pero el clima generalizado de ajustes tuvo mayor envión que la resistencia parcial contra el boleto. Los resabios de esa coordinadora ahora participan del activismo que viene protestando contra los recortes presupuestarios en la educación pública de nivel universitario, que ante una consigna global, como la defensa al derecho a la educación, está reagrupando a sectores que venían luchando de modo sectorizado.
La suba del precio del dólar golpeará también en los servicios básicos, luz y gas, lo cual pondrá el bolsillo doméstico en serios problemas. Según un estudio de movilidad que AMT demoró años en concretar, pese a que sólo contrató a terceros para que lo hicieran, alrededor de un 65% de la población salteña tiene como principal medio de transporte el colectivo. Ante el salto de tarifas en gastos fijos de servicios básicos, en paralelo a la propia suba del boleto, los usuarios podrían empezar a dejar de contar con recursos suficientes para manejarse en bondi. De un momento a otro, viajar en colectivo pasará a ser un privilegio.