El episodio fue advertido por los operarios y técnicos del Interconectado Juana Azurduy, que provee electricidad desde Bolivia hasta Tartagal, por 70 kilómetros de extensión.

La obra completa está valuada en 30 millones de dólares, y la estructura estructura pertenece a la empresa ESE&CC.

Según trascendió, fueron observados siete delincuentes realizando el delito, que habrían tenido avanzados conocimientos técnicos para desmantelar los caños de la torre.

El comisario Miguel Velardez, jefe de prensa de la Policía de Salta, informó en Cadena 3 que la torre «estaba ya montada, pero no tenía tensión eléctrica».

«Sustrajeron el 30% del metal que compone a esta torre. Estaban dentro de una finca privada», comunicó, en diálogo con Cadena 3.