Cuarto Poder entrevistó a profesores y alumnos universitarios quienes hablaron del paro docente en el cual cinco de las seis centrales sindicales ya llegaron a un acuerdo. CONADU histórica mantiene la medida de fuerza. (S.T.)
Después de más de cuatro meses de negociación, se firmó el 11 de julio el acuerdo paritario de los profesores universitarios. El aumento salarial ofrecido por el Ministerio de Educación fue aceptado por Conadu, Fedun, Fagdut, UDA y Ctera. La Conadu Histórica rechazó la oferta. ADIUNSA (gremio de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Salta) esta adherido a esta última federación gremial por lo que sigue la medida de no tomar exámenes en julio y por ello peligra el comienzo de clases en el segundo cuatrimestre. Hay quienes dicen que los profesores perjudican a los alumnos con esta medida, otros afirman que les están enseñando a luchar por sus derechos.
“La lucha docente y todos los reclamos, como paros, tanto en las clases como en las mesas de exámenes nos afectan enormemente a nosotros los estudiantes. Nos perjudica el progreso en la carrera, nos atrasa. Yo siento que juegan con nuestro tiempo y el futuro de nosotros como profesionales ya que la calidad educativa decrece”, nos dice María Pastrana, estudiante de la Universidad Nacional de Salta. “En nuestro caso nunca nos explican el motivo del paro. Sólo lo anuncian. Nos dicen ‘nos adherimos al paro’ suponiendo que todos nosotros sabemos las razones ¿Por qué no nos unen a nosotros a la lucha, nos comentan la situación en los centros de estudiantes para que yo por ejemplo les brinde mi apoyo y no sienta que solo nos perjudican?”, concluye la estudiante.
“Creo que no protestar en estos momentos implica que empeoren las consecuencias a corto plazo para los alumnos también. Los laboratorios se quedan sin reactivos, la bibliografía es cada vez más cara y muchos estudiantes ya están abandonando la carrera” afirma Víctor Arancibia, profesor de Ciencias de la Comunicación. También dice que las condiciones laborales y los presupuestos se están deteriorando y que es imprescindible que la sociedad tome conciencia de los riesgos de no invertir en educación.
“Pienso que es entendible que los jóvenes crean que están siendo perjudicados por nosotros al hacer paros. Sin embargo, creo que hay que analizarlo en otro sentido. Si los estudiantes piensan así es porque triunfó en nuestro país la visión individualista que tratamos de enfrentar. Habría que concebirlo como una lucha colectiva y recuperar la militancia estudiantil como instrumento de transformación en las universidades”, afirma Diego Maita, profesor de Historia. También nos informa que este lunes habrá una asamblea donde se discutirá si habrá clases públicas para no perjudicar a los alumnos.
Sergio Quintana, profesor de Historia, afirma: “Siempre que hay lucha, hay conflicto de intereses. Los docentes quieren ganar más y los estudiantes quieren tener clases y poder rendir sus exámenes. Me pareció importante la iniciativa de los consejeros de Franja Morada de lograr las prórrogas de regularidades y de exención de correlatividades para que los estudiantes no se perjudiquen y no se ataque el reclamo de los docentes”.
“Pienso que es lamentablemente la situación que estamos viviendo. Como alumno creo que es un bajón que nos quedemos sin mesas para rendir, o que tengamos menos contenidos en las cátedras. Pero por sobre eso opino que un docente tienen que ganar bien ya que una buena educación es la base de toda sociedad. Mientras los diputados se aumentan los sueldos de una manera hasta irónica teniendo en cuenta ‘la crisis’, recortan presupuestos para la educación. Creo que hay que acompañar la lucha docente ya que el ajuste no se da solo hacia los docentes sino hacia todo el pueblo”, comenta Román Juárez, estudiante de la UNSa.
Este conflicto es un libro con muchos más capítulos por escribirse, veremos qué pasa en los próximos días.