Los vecinos de nuestra provincia diseminados por diferentes puntos del mundo intercalan algunos que son conocidos y otros que no. Entre los primeros, tuvo amplia difusión en medios locales la historia de una empleada pública. No cualquiera, sino una de la administración central que tuvo acceso a despachos del poder provincial en los que se habló sobre millonarios negocios. F.P.

 

Las listas de “famosos” e “influencers” locales que se encuentran a la espera del viaje de regreso al corazón del Valle de Lerma es extensa. Desde magistrados provinciales, hasta abogados, seguramente otros aficionados al rugby e inversores del segmento agropecuario.

Entre esta fauna destaca e impone su perfil una agenta de la administración pública provincial, con una respetable cantidad de contactos en redes sociales y que en estos últimos días tuvo sus 15´ en medios audiovisuales. Es Gabriela Pernas, ciudadana salteña anclada en Perú, quien en estos contactos con diferentes canales de televisión expresó su anhelo de ser rescatada y devuelta a Salta, con el concurso del cuerpo diplomático.

Pernas fue la secretaria privada que en sus últimos años tuvo bajo su órbita la ex ministra de Producción, Graciela Pinal de Cid, aquella nerviosa conductora automovilística que al notar la cercanía de un equipo de “Cuarto Poder” casi estampa su Renault Clío plateado en el costado de un Chevrolet. En ocasión de aquellas notas publicadas por este medio entre fin de año y comienzos del actual, en relación a la petrolera High Luck-Pampa Energía (revisitados en nuestra edición anterior).

Cabe recordar que tanto su ex jefa, Pinal de Cid, como la antecesora en el cargo, Paula Bibini, fueron dos que sucumbieron al encanto oriental y específicamente a los de los ejecutivos de la concesionaria que increíblemente sigue teniendo los derechos de exploración en 11.000 kilómetros cuadrados entre los departamento San Martín y Rivadavia, más el área Chirete, cerca de la localidad Los Blancos.

Al notarla entre el pasaje que integró contingentes aéreos de ida hacia la mística nación que supo albergar la capital del imperio incaico, no faltaron los que se confesaron perplejos por el repentino salto en el status de Pernas. Cuando se produzca su regreso, las autoridades migratorias notarán que en el lapso de un año, la ex subalterna de confianza de Pinal de Cid contabilizará en un año tres viajes al exterior. Y el último de ellos, a todo lujo.

 

La sirena varada   

 

 

La excursión de trekking al Cañón de Colca oscila entre los u$s 28.000 y los u$s 50.000, indicó este fin de semana a “Cuarto Poder” un operador turístico. En este periplo, Pernas, lógicamente, se cruzó y compartió con otros visitantes chinos, británicos, franceses, italianos y rusos. Todos ellos, naturalmente con buen poder adquisitivo como para costearse el paseo.

Un epílogo con un cierto sabor amargo tendrá este nuevo periplo por el exterior que había emprendido la otrora encargada de audiencias privadas del Ministerio de Producción. Además de este accidentado y aún no concluido recorrido peruano, a lo largo de 2019 ya había girado por Colombia y antes, nuevamente por Perú. Tres viajes al exterior.

“El viaje de sus sueños”, como definió el canal Todo Noticias en el informe basado en la Secretaria de la cartera de Producción a esta proyección onírica, a la que sólo puede catalogarse como sorprendente, si se tiene en cuenta la remuneración de $ 40.000 mensuales (pagados por el Consejo Federal de Inversiones).

Sin embargo, TN reseñó que Gabriela Pernas fue detrás de los halos provistos por Morfeo “aprovechando que una amiga, salteña como ella, vive en Lima y eso le facilitaba las cosas”. De las tantas que supo cosechar en otras misiones a Buenos Aires que supo realizar, junto a la empresa de eventos Sol del Norte, entre artesanos, “artesanos”, artistas y productores regionales.

De una caminata a las cimas del cañón peruano, en medio del aletear de cóndores, Gaby se llevó aquel registro del 1 de marzo, el día de su arribo a la capital peruana. «No había controles en el aeropuerto, a pesar de que se veían algunas personas con barbijo», le comentó al canal metropolitano sobre estos 20 días que lleva en la ciudad con vista al Pacífico.

Luego de lo de Colca, Pernas inició el recorrido aconsejado que incluye lugares históricos, museos, en uno de los cuáles «se me acercó un guardia y me preguntó de dónde venía. Le dije que era de Argentina y quiso saber por qué no estaba respetando la cuarentena, que cómo había logrado entrar al país. Yo les expliqué que no había habido controles. Entonces me trajeron alcohol en gel y durante toda mi recorrida me siguieron dos guardias», contó sobre el inicio de tales disgustos.

Si bien sacó ticket de ida y vuelta en una aerolínea privada, Gabriela Pernas será una de las tantas argentinas que sea repatriada a bordo de un vuelo de Aerolíneas Argentinas. Y estará de vuelta en una ciudad, inserta en un país y ambos parte de un mundo que ya no será nunca más el mismo.