Un trabajo de la Facultad de Artes y Ciencias de la Ucasal aborda el desempeño laboral y la conciliación con los roles sociales en dos generaciones de mujeres periodistas de Salta. (Andrea Sztychmasjter)

“Las redacciones eran, también, lugares claramente masculinos: empezaban a aparecer señoritas y señoras pero eran, todavía, minoría absoluta, pioneras en la selva. ‘En la cubierta de los barcos y las redacciones de los diarios no debe haber mujeres’, solía decir –con una sonrisa para decir que no lo decía en serio– uno de aquellos próceres que ahora es calles y plazas”. En Caparrós, sobre 40 años de oficio.

El extenso y completo trabajo de tesis aquí presentado en parte fue realizado por Florencia Heredia para la obtención de su título en Licenciatura en Comunicaciones Sociales de la Universidad Católica de Salta, con la dirección de la comunicadora Maru Rocha Alfaro, allí analiza “Las consideraciones de dos generaciones de mujeres periodistas de Salta acerca de su desempeño laboral y la conciliación con sus roles sociales”.

La investigadora refleja cómo las mujeres periodistas de Salta “experimentaron el inicio de sus carreras, cómo ingresaron a los medios de comunicación, qué funciones desempeñaban y sobre todo, cómo abordaron la difícil tarea de conciliar el ejercicio demandante de la profesión con sus roles sociales y familiares”.

La investigadora dividió la muestra total de 20 periodistas y comunicadoras de la ciudad en dos generaciones, a partir del criterio de edad. Dentro de la generación de más de 50 años se encuentran Mary Gervino, Gloria Franco, Ana Lorenzo, Ana Machuca, Susana Peralta, Marta César, Silvia Ruiz, Marita Simón, Emilce Amado y Cecilia Allemand. Dentro de la generación menos de 50 años se encuentran María Fernanda Abad, Ana Lía Parodi, Valeria Juri, Natalia Nieto, Rebeca Aldunate, Cecilia D’Altamura Andrea Sztychmasjter, Lorena Celedón, Trilce Lovisolo y Mariana Lucero. 

Entre los aportes investigativos y académicos sobre la situación de las mujeres periodistas, Florencia Heredia nombra sendos trabajos claves que dan cuenta de la poca presencia de la mujer en puestos jerárquicos de los medios, su histórica presencia desprestigiada en televisión, no como conductora o panelista, sino como azafata, ayudante del conductor o como un elemento decorativo más de la escenografía, y la estrecha vinculación entre la mujer y las “noticias blandas”.

Otros de los conceptos claves que la autora refleja se refieren a la división sexual del trabajo y los roles sociales femeninos como cargas mentales, prejuicios y dobles exigencias que las mujeres deben sortear para el desarrollo de sus “carreras” profesionales. Esto queda traducido por ejemplo en la poca cantidad de puestos jerárquicos en los medios ocupados por mujeres, o en una imagen que se repite seguido, casi nula presencia de mujeres movileras cubriendo noticias en la calle.

La licenciada analiza además otros conceptos estipulados por la teoría feminista para dar cuenta de la invisibilizada desigualdad también en el periodismo, tales como “techo de cristal”, percibido como aquella “barrera invisible que impide a las mujeres que cuentan con calificación y experiencia crecer en sus ámbitos de trabajo a la par que los varones con similares aptitudes”, la maternidad como destino inexorable de la mujer, la “culpabilidad maternal”: “Las mujeres viven el tiempo propio con altos niveles de culpabilidad como consecuencia del mandato de género que les exige renuncia y entrega a los demás, aún a costa del propio desarrollo personal, social o profesional”, sostiene la investigadora. También se refiere al “El mito de la belleza: antes muerta que no bella”: “Estamos en medio de un violento contragolpe en contra del feminismo que usa imágenes de belleza femenina como arma política contra el avance de las mujeres: el mito de la belleza”, cita a la psicóloga y periodista Liliana Hendel.

Ser periodistas en Salta

La comunicadora y locutora Florencia Heredia dio cuenta de diferentes variables de su universo de periodistas elegidas, entre ellas por ejemplo describe la formación académica; casi todas con formación formal en comunicaciones, periodismo y locución, los diferentes medios en los que se desempeñan, por ejemplo detalla que de ambas generaciones más de la mitad de las periodistas trabajan en más de un medio de comunicación, realizando diversas tareas.  “La mayoría de ellas trabajan como productoras, conductoras, locutoras y noteras de sus propios programas o del medio en el que trabajan. Otras son redactoras y editoras en gráfica y otras se ocupan de las coberturas periodísticas, organización de actividades varias, redacción de comunicados institucionales, relevamiento de información de medios y relaciones con otros medios en comunicación institucional”, señala.

En cuanto a la ocupación de cargos jerárquicos, menos de la mitad en las dos generaciones analizadas respondieron que sí ocupan cargos importantes de toma de decisiones.

Por qué periodistas

La investigación también indagó sobre porqué eligieron la profesión de periodismo, qué las llevó a estas mujeres a dedicarse a una actividad históricamente masculinizada y las respuestas dan cuenta del panorama patriarcal que siempre rondó al periodismo y que a pesar de los años continúa vigente. Reproducimos algunas de las respuestas que dan cuenta de ello y reflejadas en el trabajo:

“(…) El periodismo era visto, en ese entonces, como una profesión masculina, eran los varones los que manejaban los temas importantes. Yo ingresé al diario El Tribuno cuando era un medio que no aceptaba mujeres en la redacción. Me acuerdo que una vez hubo un problema con el gobierno militar de Ulloa a raíz de unas notas que yo había escrito. Ulloa fue a hablar con Romero y le dijo que terminara con esas notas o se cortaba la pauta publicitaria. Romero le dijo que no había mujeres en su redacción, él no sabía de mi existencia” Ana Lía Machuca.

“Yo quería irme a Tucumán a estudiar periodismo y mi mamá me dijo vos de acá no te vas porque sos muy chica y aparte sos mujer. Además, ella pensaba que periodismo era una carrera sólo para hombres en la que no me iba a ir bien (…) Esta profesión me dio mucha libertad, pero antes era un ámbito muy masculino. Yo estaba de novia con un chico con el que me iba a casar y él una vez me dijo que si yo seguía trabajando con periodistas varones, no iba a poder conmigo (…)”. Ana Lía Parodi.

“Se recibían menos chicas que ahora y muy pocas se dedicaban a hacer periodismo puro así como me dediqué yo, eran contadas con los dedos. Muchas se dedicaron a otras cosas porque comunicaciones era una carrera muy amplia, algunas hicieron docencia, otras se dedicaron a la publicidad. El periodismo puro era una profesión muy sacrificada, muchas mujeres en esa época, priorizaron la familia. Yo debo admitir que no hice lo mismo, son decisiones. Volvería a elegir mi trabajo por encima de mi familia”. Marita Simón.

Al ser consultada sobre por qué eligió a las periodistas aquí nombradas para su trabajo la licenciada señaló que tal como lo explicita en su investigación, la elección de nombres fue intencional: “En el caso de la primera generación se trató de nombres que había escuchado, o que me habían nombrado en la facultad, o en mis trabajos iniciales en los medios y me preguntaba por qué si estas mujeres han sido e incluso siguen siendo hoy en día tan importantes en su trabajo, incluso algunas han marcado un antes y un después por qué no están al mando de medios de comunicación de Salta o por qué no lideran los medios. Me parecía que un factor podía ser la compatibilización con la maternidad y también las tareas domésticas y ese universo. Eso me llevó a plantear el tema de tesis”. Junto a su directora -a quien agradece por regalarle sus anteojos violetas- realizaron la muestra separándolas en dos generaciones.

En el caso de las periodistas de menos de 50 la autora describió: “Considero que forman parte de una generación a la que yo tampoco pertenezco porque tengo 25 años. Hay nombres de mujeres con las que he tenido el gusto de contactarme, por estar un poco más cercanas, por ver material de su laburo, incluso con algunas de ellas he tenido la posibilidad de trabajar como el caso de Anita Parodi o Valeria Juri que fue mi profesora en la facultad o Trilce Lovizolo que fue mi profesora en un taller de crónicas. Me preguntaba también por qué no llegan a puestos destacados y por qué no son las dueñas de medios o por qué son en realidad las que se ocupan de todo pero no quieren ese reconocimiento. Y también cómo habían hecho para contabilizar el rol de periodista que tanto tiempo nos demanda con otros roles sociales”.

La periodista señaló que quería evaluar qué cosas habían cambiado de un tiempo al ahora respecto a la situación del trabajo de prensa en mujeres periodistas de Salta: “Si verdaderamente había estructuras, valores, conceptos, modelos ideológicos que habían cambiado. Hay puntos en común en ambas generaciones que incluso no difirieren a pesar de los años que hay de diferencia entre ambas generaciones. Quería ver cuáles eran esas cuestiones que habían marcado y direccionado las vidas de estas mujeres, como periodistas y comunicadoras y en sus roles sociales de ama de casa, esposa y madre y si verdaderamente estos roles habían incidido determinantemente en su trabajo profesional”.