El gobernador se fue a ver el partido de Los Pumas con los Springboks. ¿Con quién? Con Horacio Aguilar, abogado defensor de Pedro Blaquier, acusado de partícipe en la desaparición de trabajadores del Ingenio Ledesma, durante la dictadura militar.

No se sabe, aún si fue en el avión de la provincia, como el periodista Daniel Murillo denunció que suele hacer con los partidos de River Plate. Pero lo cierto es que estuvo ahí, en Mendoza, para ver el partido entre los alicaídos Pumas, vs. los Springboks.

Más de 28 mil personas se acercaron al Malvinas Argentinas para ver al equipo argentino ser derrotado ante el Sudafricano. Y allí estaba Juan Manuel Urtubey. Y Definitivamente no estaba solo. Junto al primer mandatario de la provincia estaba su amigo Horacio Aguilar, defensor del procesado Pedro Blaquier.

Blaquier está procesado bajo los cargos de privación ilegítima de la libertad agravada en tres hechos en concurso real, en calidad de cómplices primario. Se lo acusa de ayudar a los Militares a deshacerse de trabajadores del Ingenio Ledesma, trabajadores que además también eran molestos para el Ingenio.

El fallo publicado íntegramente por el Centro de Información Judicial (CIJ), del Poder Judicial de la Nación, puntualizó que una de las víctimas del delito imputado fue el médico Luis Ramón Aredez, el luego detenido-desaparecido ex intendente de Libertador General San Martín, localidad donde se halla el ingenio Ledesma.

Las otras dos víctimas consideradas en el fallo de más de 70 fojas, que confirmó el procesamiento de Blaquier, son Omar Claudio Gainza y Carlos Alberto Melián.

El fallo reconoció la colaboración de los imputados para llevar adelante las detenciones, al señalar que las fuerzas de represión que «operaron aquella madrugada (del 24 de marzo de 1976) y días posteriores, contaron con la autorización dada, prima facie, para el uso de vehículos de la empresa».

En el mismo sentido, estableció que «tal asentimiento fue prestado por el Presidente del Directorio (Blaquier) y ejecutada por su Administrador General (Lemos), ya que tratándose de una empresa de la envergadura y grado de organización que poseía Ledesma, era imposible disponer de sus vehículos y apoyo logístico, sin instrucciones o aquiescencia del Presidente del Directorio».

Las pruebas reunidas en el expediente «indican prima facie que Blaquier tenía conocimiento y control sobre la totalidad de las cuestiones atinentes a la empresa», puntualizó.

En la foto, a Urtubey se lo ve contento con Aguilar. Ambos están allí, viendo un partido, lejos de las responsabilidades, más allá del bien y del mal.