Los intereses inmobiliarios del romerismo y empresarios afines continúan a pesar de la escasez del agua que se manifiesta en este año con más intensidad que en anteriores. Beccar Varela, uno de los principales jugadores del mercado, traza la ciudad a su gusto y beneficio.

Una importante cantidad de salteños, sobre todo del norte provincial, han manifestado su repudio ante la falta del líquido elemento, más esencial que nunca durante la pandemia del Covid-19 que exige a todos exacerbar las normas de higiene.

En General Güemes cortaron ayer viernes la ruta por la carencia de agua, y legisladores de distintos departamentos han denunciado que el perjuicio no solo es poblacional sino que también afecta a los productores agropecuarios.

La concentración de las críticas en Aguas del Norte sobre su área servida oculta algunos desmanejos atribuibles a la Secretaría de Recursos Hídricos, encabezada hoy por Mauricio Romero Leal, con una estructura de funcionarios que durante años actuaron en colusión con los intereses de grandes empresarios agrícolas que predominan en los consorcios de los ríos, como también en complicidad con desarrolladores inmobiliarios que hurtan sin recato.

Mientras el Presidente de Aguas del Norte, Luis García Salado, difunde que el agua no alcanza porque se pierde por cañerías obsoletas que se rompen recurrentemente, optó por no hablar sobre la absorción de barrios privados que se conectarán a sus redes cloacales y a la red de servicio de agua potable en tiempos de una crisis financiera de la empresa que la tiene al borde de la quiebra.

Esto explica, también, que los 2.400 millones de pesos que aportará el ENHOSA para obras hídricas en Salta se destinarán casi exclusivamente para cambio de cañerías. Las grandes obras como las plantas depuradoras de líquidos cloacales de Colonia Santa Rosa o El Galpón, o la planta potabilizadora del Departamento General Güemes, no se culminarán por sospechas que se ciernen sobre las empresas contratistas que durante la gestión pasada se acostumbraron al lobby en las licitaciones públicas.

El problema en este último caso es que las obras de esta envergadura son imprescindibles, y que solamente el capricho impide que no se culminen, sin perjuicio de que se hagan valer garantías o se rescindan contratos. Por lo pronto, esas especulaciones de sobreprecios no fueron objeto de denuncia penal alguna, lo que lleva a elucubrar con que la negociación con estos empresarios pasa por otro lado.

LA PUNTA DEL OVILLO

Hace unos años en la empresa se inauguró el criterio de incorporar al servicio de Aguas del Norte los clubes de campo que a primera vista no necesitan nada porque ofrecen a los interesados seguridades en la provisión de servicios.

Sin embargo, carentes de factibilidad de agua desde el origen de sus proyectos, los desarrolladores inmobiliarios han encontrado una veta en la obtención de un canon de riego mínimo que luego no respetan al momento de diseñar sus loteos. Venden los terrenos que mejor engordan sus billeteras, aunque luego no tengan agua ni puedan tratar los desechos.

Para peor, nadie controla cuánto se extrae de un pozo o una vertiente por falta de infraestructura y de voluntad para contradecir intereses económicos de envergadura. El abuso es un comportamiento recurrente.

En el caso de Proyecto Norte, de los hermanos Beccar Varela, tiene aceitados vínculos con el poder político al punto que en un proyecto de La Verbena lograron una excepción en el Concejo Deliberante de Salta para violentar los parámetros urbanísticos. Los concejales Candela Correa y José Gauffin trabajaron activamente en esta excepción.

Esta empresa incurre actualmente en una apropiación de agua tan burda como insólita. Sin contar con canon de riego, usurpa una vertiente y de allí reparten agua para sus barrios Praderas de San Lorenzo, Trinidad e  Invernaderos. Ninguno de los socios de esos clubes pagan un peso por el agua, pero los pobres del suburbio capitalino reciben abultadas facturas que se calculan a ojo de buen cubero, y padecen cortes, faltas de presión y turbiedad.

La Provincia de Salta se caracteriza por el absurdo en esta materia. El que más tiene no paga por un agua que tiene asegurada, mientras que el indigente debe rogar por un servicio continuo y encima paga cifras que no puede solventar. Los legisladores de Salta nada dicen sobre semejante paradoja.

LAS CLOACAS DE BECCAR VARELA AL RIO

La absorción de estos clubes de campo tiene como principal interés solucionar un problema que todavía nadie se anima a investigar. Todos los countries se encuentran autorizados por decretos del Poder Ejecutivo Provincial para el vuelco de efluentes cloacales a los arroyos y ríos cercanos como el Arenales, o el San Lorenzo, previo un tratamiento que tampoco nadie controla y que no puede ser eficiente de solo considerar las pequeñas estructuras para la depuración o digestión de la materia fecal.

De allí que estos desarrolladores han invertido dinero en conexiones para la onceava colectora que conducirá lo fétido hacia otra planta depuradora de la zona sur que tampoco tiene capacidad de tratamiento. La mayoría invierte sin papeles de respaldo y con seguridades que otorgan los jerárquicos venales de COSAYSA.

La contaminación ambiental es un delito que se comete a diario y que todavía no tiene imputados por desidia o por complicidad. Tirar la mierda al río es una práctica común que ya a nadie avergüenza.

LA SED DE LOS POBRES

En la zona de San Luis y en la Circunvalación Oeste se concentran las especulaciones inmobiliarias. Es allí donde falta el agua y las escasas reservas son explotadas a discreción por empresarios.

Todos los intereses comerciales alcanzan intereses políticos, y comulgan con ellos. El romerismo es el sector que enarbola la bandera liberal, compatible con el copamiento de zonas estratégicas en donde el negocio de la urbanización destinado a la clase media y alta es muy rentable. No es casualidad que una de las denuncias penales que comprometió al senador nacional Juan Romero y su hijo sea compatible con tierras de La Ciénaga.

La empresa El Carmen SA, bajo la presidencia de Juan Esteban Romero adquirió por la irrisoria suma de 100 mil pesos 90 hectáreas en esa zona, que antes había comprado la Provincia de Salta por 1.100.000 dólares a un primo del Senador con el objeto de ser destinada al Programa Familia Propietaria para que las entregara a los más humildes. Irónicamente las tierras fueron objeto del mejor negocio inmobiliario del que los pobres fueron excluidos.

Es en este lugar e inmediaciones donde florecieron countries en donde un terreno de 800 o 1000 metros tiene un precio medio de U$S35000 pero en determinados sectores supera los U$S60.000. Pero contra la voracidad de sobrevender lotes se levanta un obstáculo de proporciones: la falta de agua.

La solución la han encontrado primero en el racionamiento. Un caso paradigmático es el de Las Vertientes en Vaqueros, vinculado a Sergio Camacho, ministro de Obras Públicas de la Provincia y alfil romerista. Allí, la sobreventa de terrenos culminó en una carencia de agua que se entrega de a gotas a propietarios que abonaron miles de dólares por cada uno de ellos.

En estos días han comenzado a cortar el servicio de agua en los clubes de campo de la zona oeste y para ello dan diversas excusas que disimulan la realidad. No les alcanza porque hay sobreventa de terrenos y escasa inversión. Tampoco pueden construir pozos porque en esa zona no hay estudios que tornen previsible una perforación costosa que habla de que cada pozo cuesta aproximadamente 20 millones de pesos.

Ante la disconformidad creciente, optaron por el robo del agua. Proyecto Norte se las ingenió para tirar una cañería que cruza la Circunvalación Oeste, por donde impulsa agua de una vertiente otorgada a Jardines de San Lorenzo que nunca le fue otorgada en concesión y compensa el faltante de Praderas, Trinidad e Invernaderos.

Está claro que la falta de agua de barrios como Praderas de San Lorenzo, que solamente tiene autorizada desde 2016 la provisión eventual desde el arroyo Potrero Grande, es salvada mediante estas maniobras delictivas que se ejecutan a cara descubierta y que implican una cesión o desvío irregular que está prohibida por el Código de Aguas.

Hace cuatro años este medio difundió la denuncia de pobladores del paraje Potrero Grande sobre la apropiación por parte de Proyecto Norte de agua de una reserva natural, al margen de verse privados estos pobladores de agua por la absorción total del líquido para el club de campo. Para los Beccar Varela la sed de los pobres no vale nada.

Aún así, Proyecto Norte promociona que los lotes de 1000 y 2000 tienen una infraestructura entre cuyas bondades sobresalen tres piletas, cloacas y red de riego independiente. La sustracción del agua adquiere ribetes bochornosos considerando que el exceso de unos es la causa de la carencia de otros.

La última estrategia que desarrollan los “ambientalistas vip” es la conversión de los socios de los countries en usuarios de Aguas del Norte. Ésta es la empresa idiota dirigida por corruptos ingeniosos que permite que quien vende lotes a decenas de miles de dólares les entregue estructuras mínimas que no cuentan siquiera con pozos para abastecimiento. Se trata de una secuencia muy parecida al fraude que hunde más aún el deficiente servicio que presta.

No son pocos los que especulan con que en Aguas del Norte se pagan coimas jugosas porque funcionarios de segunda línea autoricen de hecho la absorción por Aguas del Norte que ahorra millones de pesos a los empresarios desarrolladores y les quitan de sus espaldas el peso de controlar la calidad del agua.

LOS COMPLICES

Aguas del Norte es uno de los principales cómplices del asalto al agua de todos. Nadie se explica cómo se existen conexiones a las colectoras o redes de agua sin que se emita un acto resolutivo o un permiso por escrito.

Las absorciones pasadas se dieron de la mano de intereses económicos afines a su anterior presidente, y actualmente, de algunos empresarios contratistas de la empresa. No es casualidad que quienes antes se dedicaban solamente a perforar pozos cobrando gruesas sumas a Aguas del Norte, hoy sean urbanizadores que tienen asegurada la incorporación de sus emprendimientos a la red de esta empresa casi fundida. Para los hermanos Barzola siempre hay Buen Clima para estos negocios.

Nadie sabe quién controla los niveles de cloro, arsénico, boro, hierro, entre otros elementos que pueden comprometer la salud de los vecinos. Ninguno de estos clubes de campo han constituido consorcios de agua potable. Ni la Secretaría de Recursos Hídricos ni el Ente Regulador de Servicios Públicos parece comprender la gravedad del problema.

EL PROMOTOR DEL FRAUDE

Al compás de los intereses familiares, esta semana el diario El Tribuno ha desplegado una agresiva campaña de promoción del desarrollo inmobiliario con los empresarios de RAC y Proyecto Norte y pregona los nuevos modelos para planificar las ciudades, sustentados en tres ejes: sociedad, economía y medio ambiente.

El verso del discurso verde choca en la penumbra con el apropiamiento ilegal del agua que el matutino se niega a ventilar. Los intereses inmobiliarios de La Ciénaga, La Aguada, Praderas de San Lorenzo, entre otros countries tiene ahora un solo hilo conductor y alcanza a un presidente de COSAYSA vinculado al romerismo, un ministro de infraestructura romerista y concejales devenidos romeristas como José Gauffin, que propician excepciones para emprendimientos de esta naturaleza.

Los caminos de los inescrupulosos que manipulan el agua confrontan con las necesidades de los vecinos que no tienen poder adquisitivo para llevarla a sus domicilios. Una pelea que siempre ganaron los poderosos.