Las principales instancias penales del país definirán la integración del comité que debe secundar a la Comisión Bicameral del Congreso para la reforma procesal penal. Se confirmó que la Bicameral quedara en manos del senador peronista Rodolfo Urtubey, hermano del gobernador salteño.

Un artículo aparecido en Ámbito Financiero titulado “Arrancan negociaciones para comité clave de reforma penal” y firmado por el periodista Milton Merlo, analiza esa reforma que supondrá un cambio estructural en el manejo de las causas ya que brinda mayores atribuciones a los fiscales y que debería empezar a regir en marzo.

Ahora comienzan las conversaciones para definir el grupo que debería brindarle respaldo técnico a esa comisión que presidirá Rodolfo Urtubey. Al respecto la nota detalla lo que sigue:

•El Consejo de la Magistratura definiría esta semana a su delegado para el grupo legislativo. Ya es una realidad que será imposible acordar por unanimidad producto de la ruptura entre oficialistas y opositores. Este segundo grupo propone al juez-consejero Leónidas Moldes. El kirchnerismo baraja entre secretarios del organismo entre quienes destaca Juan Mahíques que integra el staff de la abogada Adriana Donato, del bloque opositor. Es cierto que también quiso este asiento el juez Luis Cabral, pero dentro del propio bloque opositor habría resquemores porque este año su figura se politizó al extremo tras su remoción de la Casación, El propio senador Urtubey habría enviado un mensaje en favor de Moldes ya que entiende que es más apto para arribar a consensos. Curiosa alquimia entre los dos jueces de la Magistratura. Al principio Moldes era visto por el kirchnerismo como un adversario y Cabral como un interlocutor necesario. Esos roles ahora están intercambiados.

•La Corte Suprema debe enviar un delegado también. El tema en el máximo tribunal siempre lo llevó el secretario de Gestión Alfredo Kraut que a fin de año dejaría la Corte, aunque esto nunca se sabe porque ya desde 2013 desliza todos los años la posibilidad de su salida. Este año es rumor se ha consolidado con más fuerza en el cuarto piso a causa de sus sucesivas licencias.

•La Casación Penal ordinaria todavía debe resolver a quién enviará a la Bicameral. Su titular María Laura Garrigós de Rébori parece estar convencida de que ese lugar será para ella porque es la titular de la Cámara pero sus colegas podrían tener otras ideas. Hay cierto malestar por los recientes cruces de Garrigós con la Corte, el más reciente fue cuando ésta llegó al punto de decir que denunciará a funcionarios de la Corte por el manejo presupuestario y la asignación de recursos. Por eso en el máximo tribunal esperan el fin de año con la expectativa de que haya un recambio en las autoridades de la nueva Cámara.

•La Casación Penal federal también debe definir. Algo complicado por la actual situación que allí transcurre a partir de las denuncias entre camaristas y la hilarante situación de un conjuez (Claudio Vázquez) cuya designación fue dada de baja en la Justicia por ilegal, pero él aún resiste en su despacho mientras sus colegas buscan el modo de expulsarlo por la fuerza pública. Una suerte de «okupa vip». Más allá del caso, esta situación podría conplotar contra la idea que tiene Figueroa de que ella será quien defina la representación en la Bicameral. Especialmente si se considera que la camarista Ángela Ledesma, recientemente reincorporada, ha estudiado las cuestiones de reforma y modelo acusatorio. Un rasgo que también se aplica a Gustavo Hornos.