Los ediles capitalinos están más que predispuestos a hilvanar alguna jugada que termine en la red en estos días finales del cuarto mes. En tal entramado se inserta un planteo destinado a extender hasta junio el congelamiento del precio en los talonarios para los encargados de cobrar el estacionamiento medido, como la negativa a una autorización express a un proyecto inmobiliario a cargo del estudio de arquitectura Beccar Varela en la zona sur.

En los alrededores del Balneario Carlos Xamena, lugar habitual para las deliberaciones (aunque los primeros encuentros durante la cuarentena fueron por videoconferencia), los diversos bloques tienen como meta común mejorar la puntería. Levantar el aplazo. El motivo es la discusión por la validez de un reciente sondeo de opinión que vio la luz en estos días y en el cual no habrían quedado muy bien posicionados.

Los concejales compartieron desvelos por haber quedado por debajo en la consideración popular, comparados con los vapuleados integrantes del servicio de justicia, al que mayormente los ciudadanos remiten improperios a magistrados, defensores y fiscales. De acuerdo a tal indagación sociológica cerca de un 65 % de los salteños registra hoy una opinión desfavorable en relación al desempeño de sus representantes vecinales, propiamente dichos.

Incluso, un avezado integrante del cuerpo agravó tal conceptualización a partir de esta muestra sociológica que incluyó proporciones del padrón capitalino, lo que en algunos círculos políticos se leyó como resultado de cierta falta de timing para marcar diferencias en relación al Ejecutivo municipal. Aunque hubo excepciones al evaluar la letra chica de esta encuesta, como la del concejal Fernando Ruarte, uno de los mejor posicionados en la franja opositora, si por tal concepto se entiende al sector del Frente de Todos.