Aaron Alejandro Zárate es el principal imputado en la causa. Otras dos personas están acusadas de facilitar la prostitución.

 

La fiscala Mónica Poma, requirió el juicio para Aaron Alejandro Zárate como autor del delito de homicidio agravado por ser cometido con ensañamiento y alevosía, odio de género y por mediar violencia de género en perjuicio de Macarena Sol Blanco Domínguez y contra otros dos hombres que se encuentran imputados por facilitación de la prostitución en una causa conexa.

En el requerimiento, la fiscala Poma expone la exhaustiva investigación realizada y detalla las distintas medidas probatorias producidas, tales como análisis de cámaras de seguridad, de telefonía, recepción de testimonios, pericias psicológicas y psiquiátricas, cotejos genéticos y otras, a través de las cuales considera que se tiene entonces acreditado con suficiencia que, el 7 de marzo de 2021, Macarena Sol Blanco Domínguez fue encontrada sin vida en el interior de un departamento ubicado en calle Alvarado al 1700 de la ciudad de Salta.

Según informe de autopsia, el deceso se produjo por shock hipovolémico por heridas múltiples de arma blanca y se habría producido entre el 5 y el 6 de marzo de 2020.

Aaron Alejandro Zárate fue la última persona que fue visto junto a la víctima en el lugar donde luego fue hallada, y del análisis de las medidas probatorias, pudo establecerse que habiendo ingresado ambos al departamento en cuestión, Zarate le habría causado a Blanco Domínguez numerosas heridas de arma blanca, que le causaron la muerte.

Obra como elemento de cargo para sostener la autoría de Zarate, los informes del Gabinete de Biología Molecular del Cuerpo de Investigaciones Fiscales, que concluye en la presencia de su perfil genético hallado en muestras e indicios incautados en diversas partes del departamento donde fue hallada la víctima, al igual que en prendas de vestir secuestradas en el lugar y las que usaba al momento de su detención, que contenían además sangre de la víctima.

Finalmente fundamenta la calificación sosteniendo que el acusado estaba determinado a terminar con la vida de la víctima provocándole sufrimiento y un dolor innecesario, aprovechando el estado de indefensión de la mujer y respecto al agravante del odio de género, la fiscala considera que el alto grado de violencia con el que perpetró el crimen, se evidencia que excede claramente la mera intención de matar, mostrando odio hacia la mujer en un contexto de violencia de género (femicidio).