Ya hay dos policías imputados, cuyo accionar ha sido cuestionado, pues podrían haber salvado a la docente.
El sábado, el ministerio de Seguridad separó de sus funciones a las autoridades de la comisaría cuarta de Villa Mitre y a los Jefes del Sector 4 A.
Según detalló Interactiva (Fm Pacífico), la medida fue tomada para evaluar el servicio que se presta en esa barriada, y a fin de garantizar la transparencia de la investigación que lleva adelante la Oficina de Asuntos Internos de Seguridad sobre el desempeño policial en el caso del asesinato de Rosal Sulca.
Por la causa ya hay dos agentes del 911 detenidos. El desempeño de estos agentes fue criticado: desde la fiscalía sostienen que si hubieran desarrollado bien su labor, la docente estaría viva. Los policías Antonio Exequiel Sanhueso y Juan Carlos Vizgarra, acusados de los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona seguido de muerte, ambos en calidad de autores.
Cabe recordar que estos oficiales fueron a la casa de Rosa Sulca, quien había llamado al 911 diciendo “me están matando”. Los policías llegaron, tocaron la puerta y, como nadie les abrió ni vieron luz, decidieron irse. Adentro estaba Rosa, desangrándose.
Desde el ministerio de seguridad se destacó que el día de la muerte, el 28 de abril, ingresó un llamado a las 2.37 am. Asimismo recalcan que cuando reportó un pedido de auxilio, se cumplieron los protocolos vigentes en tiempo y derivación del caso. Se activaron correctamente las áreas de asistencia y asignación del recurso en menos de 2 minutos.
Los efectivos, sin embargo, llegaron a la casa 14 minutos después de la llamada. Según se informó desde la Procuración, ante el llamado de alerta, el personal del Móvil 1113 se constituyó en el lugar a las 2:51 de la mañana del 28 de abril y una vez allí, informaron “negativo moradores, no son alertados por persona alguna”. Luego de efectuar los llamados y no siendo atendidos, a las 2:52 el móvil fue liberado por cierre del suceso, informado como “delito no constatado”.
El mismo Procurador Abel Cornejo se manifestó en una carta en la que destaca: “Jamás en 36 años de vida profesional escuché la grabación de una mujer anunciando desesperadamente que la estaban matando, ultimando a puñaladas de un modo cruel, salvaje y brutal. Queremos llegar a descubrir a todos los responsables de este nuevo femicidio y que nos dejen investigar libremente los anteriores”.