Los hijos de la mujer fueron desalojados del lugar y no pudieron participar de la reconstrucción del asesinato de su madre.

Por Andrea Sztychmasjter

Aunque en un primer momento informaron que familiares y la prensa iban a poder participar de la reconstrucción del caso del femicidio de Sandra Palomo, minutos antes de iniciar la pericia con un amplio operativo policial y de Infantería, familiares de la mujer fueron desalojados “de mala manera” por efectivos presentes según señalaron a este medio los hijos de la mujer que llegaron al supermercado Vea de Tres Cerritos.

Según detallaron, por pedido expreso de la Presidenta del Tribunal de juicio, la jueza Norma Vera, prohibió el ingreso a la zona de familiares, medios de comunicación y peritos de parte que estuvieron en el lugar. Asimismo solicitó que ningún abogado brinde declaraciones bajo apercibimiento de sanciones, en caso de incumplimiento.

De esta manera, el brutal caso de femicidio que llegó a juicio oral y público, fue vedado a la sociedad salteña y una de las pericias más importantes del proceso judicial quedó entre cuatro paredes.

Con amplia presencia policial, el hermetismo que tuvo el proceso de reconstrucción de uno de los asesinatos más crueles de mujeres realizados a la luz del día, en un local comercial, con cámaras en su interior, manifiesta que el Poder Judicial se ha olvidado del derecho básico de los ciudadanos a la información.

El juicio se realiza con tribunal colegiado integrado por los jueces Norma Beatriz Vera (presidenta), Roberto Lezcano y Maximiliano Troyano (vocales).

Por el Ministerio Público interviene la fiscal penal de la Unidad de Femicidios, Mónica Poma. En la querella Gabriela Arellano y Javier Latorre. La defensa de los acusados está en manos de Florencia Maggio y Orfeo Maggio (Ian Esteban Caro), Américo Dante Díaz (Ricardo Nahuel Bonifacio), José Alejandro Ortín Fernández (Damían Caxal) y Daniel Arnedo y José Ricardo Belbruno (Hector Carrizo).

Críticas a la investigación

Dos de los hijos de Sandra Palomo se mostraron dolidos y críticos de la investigación policial y fiscal que se dedicó a dilucidar el femicidio. A tres años del asesinato consideraron que los investigadores carecen de profesionalismo y se colocan a pasantes a realizar pericias de sumo interés para la causa.

Frente a ello se pudo ver que por ejemplo que para la reconstrucción emplearon una camioneta diferente a la que poseía la víctima al momento de ser ultimada.

“Nos generan dudas porque queríamos participar y saber que se estén llevando a cabo las cosas como corresponden. Se citó a la familia a participar y resulta que no podemos participar por una desición de ultimo momento”, señaló uno de los hijos sobre la negativa a que puedan presenciar la reconstrucción.

Por otra parte el hijo mayor de la mujer que vive en otra provincia, descartó que su padre esté implicado en el caso: “No usaba plata, nadie va a cometer un acto de mandar a matar a alguien de fiado. De buena fe dejamos que un abogado represente los intereses de mi madre”, describió respecto a la división que existe en el entorno familiar, puesto que las hermanas de Palomo sostienen que el viudo debe ser investigado por sus actitudes antes y después del asesinato, mientras que dos de los hijos sostienen que su padre se encuentra imposibilitado por la enfermedad que padece de ni siquiera marcar un número de teléfono.

Nosotros no creemos que una persona sola de 15 años haya podido cometer semejante crimen. Por lo menos dos personas mínimos tienen que haber participado”, sostuvo uno de los hijos sobre los cuatro jóvenes hoy imputados y juzgados y agregó: “qué persona que esté en sus cabales se subiría a una camioneta con un cuerpo. La camioneta ya estaba con sangre. Nadie puede haber estado sin saber lo que estaba pasando”.

 En la causa, Ian Esteban Caro, Ricardo Nahuel Bonifacio, Damian Caxal y Hugo Carrizo (menores al momento del hecho) están imputados como partícipes secundarios de homicidio calificado por alevosía, ensañamiento criminis causa y por mediar cuestión de género. La querella, representada por Gabriela Arellano y Javier Latorre, considera a los cuatro jóvenes coautores.

 

La reconstrucción continuará el día jueves por la mañana