Las organizaciones que luchan por la defensa del medio ambiente en Salta repudian de manera tajante el acuerdo que podrían firmar Argentina y China para la producción masiva de cerdos bajo el sistema «feedlot». Hablamos de Red Ecosocialista-MST, Revolución Verde, Animal Save, Our voice y Fundación Mundo Verde, organizaciones intermedias internacionales que luchan contra la deforestación de los campos, el maltrato animal, la contaminación de las aguas, el calentamiento global y la falta de tratamiento de los residuos, entre otras cosas.
Como así también buscan en sus luchas, conseguir soberanía alimentaria, reforma agraria para la redistribución de las tierras, implementación de agroecología y productos de calidad no solo para quienes puedan acceder a ello, sino también a los sectores populares y más vulnerables de la sociedad y debatir a puertas abiertas y métodos de producción populares, destinados a los ciudadanos, lejos de las corporaciones como Biogenesis Bagó, AAPP, Bayer-Monsanto.
Cancillería prepara un documento que explica que el acuerdo que la Argentina puede cerrar en los próximos días con China para impulsar el crecimiento del sector porcino y exportar al país asiático prevé inversiones por casi US$ 3.800 millones durante los próximos cuatro años, y apunta a incrementar en 882.000 toneladas la producción de carne y a generar exportaciones por US$ 2.500.

Esto posibilitará el incremento en el stock de madres de 300.000 cabezas en un plazo de 4 años (60.000 el primer año y 80.000 los siguientes), el cual se adecua al cumplimento de las exigencias ambientales vigentes y a garantiza la supervisión del estatus sanitario de los establecimientos de producción.
A la fecha, el texto del Memorándum de Entendimiento avanzará en su firma de forma virtual y se coordinará un encuentro entre empresarios y autoridades en el marco de la feria CIIE de Shangai, en caso de que se confirmara la realización de la misma de forma presencial.
La producción argentina de carne de cerdo es actualmente cercana a las 700.000 toneladas, un 250% superior al volumen producido en 2009. Se contabilizan 3.855 establecimiento comerciales que congregan un stock de 350.000 madres, al mismo tiempo que por fuera de la producción comercial existe un stock de 600 mil madres en producciones de traspatio o no comerciales.
La idea de este acuerdo comienza hace dos años, cuando una epidemia global de peste porcina africana explotó en China y pese a los esfuerzos del Gobierno del país asiático, el brote afectó a casi todo el país. siendo el país con mayor stock porcino del mundo, tomó como medida preventiva el sacrificio 250 millones de animales, perdiendo el 30% de su producción, la baja más importante de los últimos 20 años. Los primeros pasos hacia este acuerdo los dio el Gobierno anterior con el viaje del ex secretario de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, en abril de 2019, dejando pendiente la firma del respectivo protocolo sanitario.
Etchevehere ya rubricó siete protocolos sanitarios con China durante 2018, abriendo los mercados para el arándano, la miel, los equinos en pie y los productos enfriados y con hueso, sumados a la carne congelada que ya se envía sin hueso desde 2012.

Se habla de «Feedlot» refiriendose al sistema de engorde a corral, mediante el cual se intensifica la producción. Consiste en encerrar a los animales en corrales donde reciben el alimento a través de comederos. La proliferación de los feedlots se debe a que el incremento del aprovechamiento de las tierras generadas por cultivos «más rentables», como la soja, está desplazando la ganadería a los rincones menos fértiles de los territorios. En vez de alimentarse de los pastos naturales (ganadería extensiva) o de plantas forrajeras como la alfalfa, el ganado de los feedlots se nutre con alimentos balanceados hechos a base de maíz, soja y otros suplementos especiales. En países como Estados Unidos y algunos europeos hay estrictas regulaciones sobre las características de su funcionamiento, debido a la gran contaminación ambiental y a los problemas sanitarios que puede generar la concentración de una gran cantidad de ganado en pequeñas superficies, cubiertas o no. Es ahí donde entran a tallar los proteccionistas del medio ambiente y de los animales, ya que este sistema en Argentina es, cuanto menos, inhumano.
De acuerdo a los dichos de los representantes de estos organismos, se trata de un proyecto «ecocida», ya que implica mayor deforestación, desertificación de los suelos y producción de soja transgénica, contaminación del agua (ríos, napas), desechos sin tratamiento y calentamiento global. Sin contar el maltrato animal, hacinamiento, uso de medicamentos y hormonas para el crecimiento de dichos animales; la precariedad laboral y destrucción de pequeños productores y el riesgo de propagación de enfermedades zoonóticas. Con ese arsenal de antecedentes negativísimos para nuestro medio ambiente, sabemos quienes serán los grandes ganadores con este acuerdo.