Tras dictarse la falta de mérito para Pedro Blaquier, desligándolo de responsabilidades en el Apagón de Ledesma, en 1976, las opiniones en contra del fallo se alzaron inmediatamente. Una absolución encubierta para el cliente del amigo de Urtubey.

Carlos Pedro Blaquier y Alberto Lemos fueron beneficiados el viernes con el fallo de la Sala IV de la Cámara de Casación, que determinó una falta de mérito de ambos en la causa del Apagón de Ledesma, en 1976. La decisión fue duramente cuestionada.

Según informó Página 12, Blaquier, dueño del Ingenio Ledesma, fue procesado en 2012 por privación ilegal de la libertad de trabajadores y referentes sociales. El fallo de Casación del viernes pasado aceptó que se usaron las camionetas de Ledesma en los secuestros. No discutió lo que a las víctimas y familiares de los desaparecidos les costó probar durante casi cuarenta años. Pero como si se tratara de una tomadura de pelo o de una trampa, el mismo gesto de aprobación vació de sentido esa prueba: ahora que reconocen el uso de las camionetas, esas camionetas ya no importan: dicen que no bastan para probar la intención de Blaquier de colaborar en los secuestros.

El matutino porteño recoge opiniones de profesionales que señalan que la “falta de mérito” en realidad es una trampa, porque a cuarenta años de los crímenes opera como una “absolución encubierta”. Y por último explican que uno de los votos de la sentencia puede brindar un mensaje de impunidad hacia otras causas semejantes, porque señala que la colaboración civil es inocua.

El abogado de Blaquier es Horacio Aguilar, ex asesor y amigo del gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey. Aguilar fue señalado por los organismos de derechos humanos jujeños como operador mediático para influir en la Cámara Federal de Salta.