Detrás de la muerte de la joven estudiante de Historia, Yolanda Mamaní, hay más dudas que certezas. Su familia, oriunda de Nazareno, todavía espera el resultado de la autopsia y pide que se investigue qué es lo que realmente sucedió. (Andrea Sz)

Luisa Flores, madre de Yolanda (21) y de otras dos mujeres de 20 y 12 años, se encuentra en la ciudad desde el 26 de junio pasado, cuando la llamaron para avisarle que su hija se encontraba internada. Viajó desde Cuesta Azul, un paraje de Nazareno y se anotició de que su hija mayor Yolanda, había sufrido graves quemaduras en todo el cuerpo: “Tenía toda la cara inflamada y sus pechos todos ‘cocidos’. Sus manos y brazos también estaban lastimados, seguro que fue cuando ella misma quería curarse las quemaduras del pecho”, relata Luisa.

Yolanda Mamaní era estudiante de la carrera de Historia en la UNSa y se encontraba viviendo en Salta desde hacía un tiempo junto a su hermana de 20, y su sobrino de 2 años en un inquilinato. “Según dijo el novio de mi hija, ellos estaban hace tres años juntos pero yo nunca lo conocí a él”, mencionó Luisa y agregó: “El día que ocurrió lo de mi hija, ella estaba con su novio José Ángel Mamaní, y el hijo de mi otra hija, porque ella estudia de noche, entonces el chiquito se quedaba con ella”.

Según la versión de la familia esa noche cerca de las 23 horas, la vecina de Yolanda empezó a escuchar gritos y se acercó hasta la puerta de donde vivía la joven universitaria. “La vecina me contó que el picaporte de la puerta se movía como que lo querían abrir y no podían”, comentó Luisa. Cuando la puerta se abrió, la vecina vio a Yolanda salir corriendo, gritando, “toda quemada”, detrás de ella salió su novio, un joven estudiante de Enfermería oriundo de Rodeo Colorado en Iruya. “La señora me dijo que ella la ayudó y que el novio no hacía nada. La señora tiene algunas quemaduras que se hizo al querer ayudarla, me dice que se asustó feo, que ahora la sueña a ella. Lo raro es que el novio no hizo nada, hubiera gritado a todos los vecinos para que lo ayuden a apagar el fuego, no sé capaz que él quería que se muera ardiendo, hubiese pedido ayuda tanto que él dice que la quería y que la amaba”, mencionó la madre de Yolanda haciendo hincapié en que el novio sólo fue tres veces a visitarla al hospital y que no se apareció cuando la estaban velando.

La versión policial

Prensa de la policía de Salta informó la muerte de Yolanda: “Estuvo internada en cuidados intensivos del hospital San Bernardo, y murió ayer (6 de junio) a las 12.50. En primer momento intervino la Fiscalía Penal Nº 8, cuyo magistrado dispuso que el Cuerpo de Investigadores Fiscales se traslade al domicilio donde la mujer sufrió las quemaduras, en barrio Vicente Solá de Salta, y realicen las pericias necesarias”.

Mediante parte policial señalaron que “cuando arribó al hospital, la extinta habría manifestado ante los médicos que resultó quemada mientras trataba de hacer un ‘remedio casero’ utilizando alcohol. A su vez la madre y la hermana confirmaron que al momento del hecho la joven estaba en la vivienda con un sobrino menor de edad, y su novio, con quien, según las declarantes, no había conflictos por violencias ni denuncias. La Autopsia realizada con médicos del CIF, determinó que Yolanda Mamani murió por ‘quemaduras severas’, el caso quedó a cargo del Fiscal de Graves Atentados Contra las Personas, quien dispuso que el cuerpo de la víctima sea entregado a los familiares”.

Luisa Flores, en cambio desmintió que su hija Yolanda estuviera haciendo remedios caseros: “Yolanda jugaba al fútbol y se había comprado alcohol para friccionarse, dicen que era de farmacia el alcohol que tenía, así dijo la hermana que el alcohol ese lo usaban para cuando se golpeaba, jugaba en el torneo todos los sábados. A mí la policía me preguntaba si ella hacia remedios, pero ella no sabía, yo sí sé hacer remedios caseros, nosotros hacemos allá  remedios con ‘yuyitos’. Pero la señora dueña de la casa me dijo que no había nada en su casa, que no estaba cocinando y no había elementos que indiquen que estaba haciendo remedios”, comentó la madre y agregó que ellos están aún esperando los resultados de la autopsia que “por la feria judicial están demorados”.

Luisa comenta también que la policía fue hasta su casa a buscar al novio de su hija “vinieron a buscarlo para declarar, pero ellos tenían otro nombre, ‘así no lo van a encontrar le dije, ese no es ni el nombre ni el apellido’”, le habría respondido Luisa ante el interrogante de los oficiales.

La madre comentó que mientras Yolanda se encontraba internada no quiso hacer la denuncia contra el novio “para que lo llamen a declarar, porque él es el que sabe que le pasó a mi hija, él es el único que estaba en ese momento con ella. En ese momento no quise hacerle la denuncia porque pensaba que si mi hija lo veía en el hospital se iba a poner bien. Todos pensábamos que Yolanda iba a mejorar y de ahí iba a contar qué le había pasado”.

¿Clarín miente?

Bajo el título “Investigan si una chica se prendió fuego porque la borraron de WhatsApp”, el diario porteño Clarín el día 8 de julio publicó una nota referida a la muerte de Yolanda, en ella instalan otra hipótesis sobre la muerte de la joven.

“En un primer momento, el caso se investigó como un femicidio. Pero ahora la investigación dio un giro: se piensa que fue un hecho de discriminación”, relatan y agregan “Un celular podría ser la clave para esclarecer la muerte de Yolanda Mamaní… la Policía cree que la joven se prendió fuego porque sus amigas la borraron del WhatsApp”.

El diario nacional instala así otra hipótesis sobre los hechos, aunque sin dar nombres señalan: “Una alta fuente judicial, le comentó a Clarín que José (el novio de Yolanda) le contó al fiscal que aquel día había discutido porque la joven estaba molesta porque sus compañeras la ‘borraron’ del WhatsApp, y que sus compañeros de la facultad de Historia la ‘discriminaban’: ‘Ella se sentía mal y amenazaba con quemarse. Le pedí que no lo haga, pero no me hizo caso’ “, habría declarado el joven de Iruya.

La nota de Clarín culmina informando que el fiscal Pablo Paz, hizo secuestrar el celular de Yolanda, y la causa aún no fue caratulada. Además reflejaron que: “El novio de Yolanda permanece en libertad porque los familiares de su novia lo consideran un ‘muchacho ejemplar’ y que nunca tuvo problemas con Yolanda”.

Sin embargo la familia Mamaní se mostró descreída de esta versión que instaló el propio novio: “Lo poco que pudimos hablar con el novio de mi hija, nos dijo que un rato antes de lo que le pasó a Yolanda, ella estaba ‘inquieta’, ‘nerviosa’, que se había peleado con unas compañeras. Pero yo no creo que ella se haya hecho algo. Según él contó, estaba en la cama jugando con el chiquito, y Yolanda apareció de un momento a otro ya quemada”, mencionó la madre.

Apoyo no oficial

Luisa comenta que desde la muerte de su hija, entendiblemente, se encuentra sin ganas de nada: “Yo no sé leer y andar por la ciudad se me complica mucho, además ando mareada y necesito que siempre alguien me esté acompañando”. Asegura que el único apoyo que recibió en este duro momento fue el de las compañeras de la universidad de Yolanda, del Centro de Estudiantes de Humanidades y de la Comisión de Familiares contra la Impunidad, con quienes estos dos últimos viernes tuvo la oportunidad de marchar.

Luisa se quedará en Salta hasta que se pueda avanzar en algo con la investigación de la muerte de su hija: los resultados de la autopsia y poder contratar un abogado. En la voz de desconcierto de una madre que ha perdido una hija se escucha una vez más decir: “Sólo quiero saber de verdad que le pasó a Yolanda y que se haga justicia”.

foto El Tribuno: Luisa Flores, en el lugar donde vivía su hija, Yolanda Mamaní.