Aunque familiares y amigos denunciaban que podía haber sido víctima de femicidio, la justicia estableció que la joven estudiante de Historia, Yolanda Mamaní, “no fue víctima de un delito”, y murió producto de serias quemaduras en su cuerpo, mientras manipulaba alcohol.

El fallecimiento de la joven se produjo en Junio de 2015 producto de serias quemaduras en su cuerpo. Tanto su familia como sus compañeros de la UNSa se manifestaron numerosas veces pidiendo que se investigue la causa de su muerte.

Entre las denuncias de sus allegados, primaba la hipótesis que Yolanda, podría haber sido víctima de un femicidio. Siendo su novio, quien se encontraba con ella en el momento en que sufrió las quemaduras, el principal sospechoso.

Finalmente la Fiscalía Penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas 3 quien tomó intervención en la causa a partir del fallecimiento de la joven informó que “trabajó en diversas líneas investigativas y se realizaron numerosas diligencias y pericias que descartaron que otra persona le haya provocado las quemaduras que la llevaron a la muerte”.

 Y agregan “El testimonio de las personas que la asistieron en un primer momento y la trasladaron a un sanatorio privado primero y al hospital San Bernardo luego, entre ellas su propia hermana, fue clave porque estando aún consciente, Yolanda les manifestó que al estar manipulando alcohol perdió el control y se quemó. Del análisis de los elementos probatorios reunidos, la fiscalía penal evaluó que no existen indicios para sostener la participación de otras personas ni situaciones que encuadren en figura penal alguna, por lo que se dispuso archivar las actuaciones con la correspondiente notificación a la familia”.