Un pálido Independiente cayó con Sarmiento y sumó ocho partidos sin victorias. Se lesionó Velázquez, echaron a Tula y ahora el tercer puesto lo comparte con Instituto. De Felippe se fue sin hablar y Parra dijo que es «un momento malísimo». Para rematar, el presidente del club, Javier Cantero, habría renunciado a última hora.
¿Tendrá alguna manera Omar De Felippe de levantar a este pálido Independiente? El Rojo perdió de visitante ante Sarmiento y fue una derrota que no tiene atenuantes. Sumó ocho partidos sin victorias (cuatro derrotas y cuatro empates) y el tercer puesto ahora lo comparte con Instituto, por lo que ya no está en zona de ascenso directo sino de desempate por el tercer cupo a Primera División. ¿Pero hasta cuándo dependerá de que los demás no ganen? Desde el arraque, el equipo de Junín mostró el mejor fútbol en una noche que arrancó mal para los visitantes por la lesión de Julián Velázquez. Sarmiento tuvo la pelota y el dominio psicológico del juego en casi todo el partido. El gol de Ramiro López (un zurdazo desde afuera del área) se veía venir. Montenegro no fue un buen conductor, como en los últimos partidos. Pisano tuvo una clara para empatar, como después Fredes, pero la diferencia a favor de los de Junín fue muy amplia. En el segundo tiempo, De Felippe mandó a la cancha a Menéndez, que no hizo otra cosa que rebotar la pelota y jamás tuvo capacidad de desmarcarse. Encima, luego Tula recibió roja directa por un foul violento y la sensación de partido liquidado estaba en el semblante de todo Independiente. Entró Insúa por Pisano, pero el Pocho tampoco resultó un revulsivo y encima dio un pase ingenuo y Cacheiro sentenció con un zurdazo. Preocupación para todos, en especial para el presidente Javier Cantero, que sufrió el partido desde la tribuna. Otro momento de notoria turbulencia para su institución, con problemas por doquier.
De Felippe, que se fue sin hablar, no podrá contar en el próximo partido, ante Talleres en Avellaneda, con Tula ni con Velázquez, su pareja de marcadores centrales. El diagnóstico es de crisis total. De crisis en rojo. ¿Cómo hará para salir?