Con la excusa de “brindarte herramientas para mejorar tu búsqueda laboral”, la senadora busca cooptar a mujeres de más de 50 años, dando talleres en la sede del Partido Renovador.
Las estadísticas demuestran que realmente encontrar trabajo después de los 50 años es cosa difícil en un país donde los índices de subocupación y desocupación crecen cada vez más- la situación se complica aún más en las mujeres, muchas de ellas «jefas de hogar».
La senadora nacional Cristina Fiore aprovechando la desocupación femenina intenta hacer campaña política dando talleres en la sede del partido Renovador de Salta. Es así que a través de publicidad paga difunde por las redes sociales que dará talleres para “brindarte herramientas para mejorar tu búsqueda laboral! Las condiciones son: Ser mujer, tener más de 50 años y estar buscando trabajo”. A través de un lenguaje coloquial y de cercanía la senadora busca cooptar a las salteñas que hoy en día se encuentran desempleadas.
Pese a que ella como senadora debería ser quien propicie proyectos y leyes reales que incrementen las tasas laborales y no “ayudar” a buscar trabajo por la web, Fiore señala en el video compartido que durante el mes de marzo realizaran estos cursos de capacitación a todas las mujeres que se anoten, los cuales consisten básicamente en: “armar un curriculum vitae, subirlo a los buscadores y a bucear en este mundo de internet”, según las propias palabras de la senadora que busca hacer política aprovechándose de la necesidad de las personas.
Mujeres y trabajo
Un estudio realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) determinó que el impacto de las políticas de ajuste afecta de manera desigual a varones y mujeres:
“El punto de partida es que las mujeres realizan la mayor parte del trabajo reproductivo no remunerado al interior del hogar (tareas domésticas y de cuidado), dedicando tres horas diarias más que los varones a dichas tareas. Esto conforma una doble jornada laboral, donde las mujeres disponen menos horas para el trabajo productivo y remunerado”. Como consecuencia, las mujeres se insertan de forma mayoritaria en el trabajo informal y, cuando logran insertarse en el trabajo registrado, lo hacen fundamentalmente en profesiones con carga de cuidado que, por estar asociadas a las tareas reproductivas no remuneradas en el hogar, tienen una penalidad en las remuneraciones”, señala el informe de CEPA.